GABRIELA NUDEL, economista
Fundación Capital

“Habrá una aceleración”

“Se observa una clara aceleración de precios, sobre todo en los
alimentos, pero eso no indica ningún descalabro inflacionario. Aunque
haya una tendencia creciente, es probable que la inflación termine dentro
del rango de 7 a 11 por ciento. Quizás el impacto de la crisis energética
provoque una inflación un poco mayor, pero nada que no sea manejable.
Hay que tener en cuenta que con una economía en crecimiento es claro
que los márgenes que se sacrificaron luego de la devaluación se
están empezando a recomponer. Si el Gobierno se pone a analizar los costos
de las distintas cadenas, sería más distorsivo que beneficioso.
Hasta ahora, la estrategia de dar respuestas graduales a los distintos sectores
para contener los precios demostró ser efectiva.”

ROBERTO DVOSKIN, economista
Universidad de San Andrés

“La situación está controlada”

“En los últimos meses no hubo aumentos espectaculares de precios.
La situación está controlada, pero igual es un buen momento para
sentarse a conversar con los grandes productores y comercializadores de alimentos.
El Estado debería lograr que los exportadores vendan a menor precio en
el mercado interno y los supermercados reduzcan su margen de ganancia. Como
instrumento de presión puede usar las retenciones en el caso de los productores
y la publicación de precios para los supermercados. Las retenciones no
deben ser una opción recaudatoria sino un efecto castigo. Por lo tanto,
a aquellos sectores que bajen sus precios en el mercado interno se los podría
premiar con una baja de las retenciones para favorecer las exportaciones.”

MERCEDES MARCO DEL PONT,
economista FIDE

“Aumentará la presión”

“Si se sostiene la demanda, no se puede descartar que haya una presión
sobre los precios. En los últimos doce meses la inflación promedio
fue del 0,2 por ciento y ahora ya estamos teniendo tasas de 0,9 por ciento.
Es importante destacar la presión sobre precios que ejercen los sectores
mayoristas industriales concentrados. Muchos insumos crecieron pari passu con
el dólar y, cuando se revirtió la tendencia, no bajaron. Esos
sectores trabajan con niveles elevados de capacidad instalada y frente a situaciones
de insuficiencia de oferta eso se puede trasladar a mayorespresiones de precios.
Además, la brecha entre servicios y bienes se está achicando a
partir de la recomposición tarifaria y el aumento de otros servicios
personales.”

OSVALDO BARSKY, economista
Universidad de Belgrano

“Tienen ganancias espectaculares”

“El aumento de la capacidad de consumo va a impulsar algunos precios que
estaban reprimidos por problemas de venta, pero por ahora no se visualiza una
suba sostenida de los precios de la canasta básica. No obstante, la variación
de precios de algunos productos deja en evidencia ganancias espectaculares.
El Gobierno debería impulsar estructuras comerciales capaces de garantizar
puestos de ofertas alternativas de los bienes de la canasta, del mismo modo
que se intenta hacer con la garrafa. Con la ayuda de los gobiernos locales se
deberían montar ferias francas que fueran abastecidas por pequeños
y mediados productores. Eso facilitaría el acceso a bienes que están
excesivamente altos como los lácteos.”