¿Qué modificaciones en materia económica piensan impulsar en el Mercosur?
–Tenemos que desarrollar fuertemente cadenas de valor y mercoempresas que salgan a ganar terceros mercados. También creemos que hay que avanzar en la coordinación macroeconómica entre los países del bloque. El ministro Lavagna presentó en el 2003 un proyecto de creación de un Instituto Monetario del Mercosur, en lo que constituyó una respuesta de fondo a problemas de fondo. Al no avanzarse en esas cuestiones, ahora propusimos un conjunto de medidas que apuntan a generar mecanismos de protección que se disparen automáticamente cuando hay un cambio brusco en el flujo de comercio.
¿Brasil acepta la propuesta?
–Las medidas están en discusión. El lunes (mañana) viene una delegación interministerial de alto nivel para intercambiar opiniones sobre estas propuestas.
¿Cómo se puede lograr el cumplimiento de ese tipo de cláusulas sin la existencia de instituciones supranacionales?
–El Consejo del Mercado Común y la Comisión de Comercio son órganos ejecutivos que tienen atribuciones para hacer cumplir las normas que acuerden los países. También tenemos una justicia Mercosur, con el tribunal permanente de revisión, donde pueden acudir Estados o privados que consideren que se está violando la normativa Mercosur.
¿Es difícil lograr su cumplimiento si los países no ceden soberanía?
–Si bien uno tiene que respetar los procesos autónomos de carácter federal, provincial o estadual, eso nunca puede llevar a la desintegración de los ejes principales de la política. En el Mercosur tenemos el desafío de empezar a transitar el camino de la supranacionalidad más allá de las tensiones que esto pueda generar.
Sin embargo, los industriales de San Pablo critican la unión aduanera imperfecta y proponen dar marcha atrás en el proceso de integración.
–Es una opinión minoritaria y retrógrada de quien no entiende que el mundo se ha globalizado. Si los países en desarrollo quieren tener alguna posibilidad de ser respetados en el mundo global, deben fortalecer sus procesos de integración en bloques. Esas declaraciones son producto de una visión que apunta a la especulación de algún sector antes que a los intereses globales de un país o de una región.