¿En qué medida el auge exportador obedece a la suba de los precios internacionales?

–Hoy se está dando un efecto cantidad muy importante en todos los sectores. El precio de la soja subió respecto de 2002, pero sigue debajo de 1998. Y en 1998, que fue el mejor año de la Convertibilidad, exportamos 26 mil millones de dólares, así que ahora estamos más del 50 por ciento arriba. Hay un empuje exportador importante, y se ve un crecimiento de los sectores industriales.

Pero relativamente esos sectores siguen teniendo poco peso.

–Sí, es verdad, pero lo que hay que mirar es la tendencia. Se habla mucho de la cuota Hilton y de los 1000 millones de dólares que se exportan de carne, pero la siderurgia exporta la misma cantidad. Y otro tanto los petroquímicos.

¿Esos no son justamente ejemplos de commodities industriales muy parecidas a los productos primarios en cuanto a la fijación de precios?

–Lógico, electrónicos no exportamos. Pero eso requiere años y para eso hay que hacer política activa sectorial. Hoy el tipo de cambio es el incentivo fundamental. Casi no hay otra cosa. La devaluación significó primero la protección del mercado interno y después dio la proyección exportadora.

¿Se puede seguir aumentando las exportaciones sin nuevas inversiones?

–Es verdad que hace falta invertir para exportar, pero en este momento hay mucha inversión. En las pymes hay proyectos de inversión muy importantes, aun sin crédito. Y esto es muy curioso: estamos arriba del 20 por ciento del PIB en inversión con gente que pone plata de su bolsillo.

¿Cómo estima que seguirán las ventas externas en 2006?

–Creo que vamos a 43 o 44 mil millones de dólares.