La ley de Emergencia Económica 25.561, aprobada en enero de 2002, estableció la pesificación de las tarifas de servicios públicos. Sin embargo, en las renegociaciones posteriores, se dolarizó una parte sustancial de los ingresos de tres compañías concesionarias, en contravención abierta con la ley, situación que está motivando reclamos del resto de las firmas por un supuesto trato inequitativo. Lo que sigue es un resumen de esos tres casos:

n Vías fluviales por peaje. En abril de 2002, el gobierno de Eduardo Duhalde dispuso la dolarización de las tarifas internacionales de la empresa Hidrovía, responsable de la concesión de las obras de dragado y señalización del río Paraná, quedando sólo pesificadas las correspondientes al tráfico de cabotaje nacional, que entonces representaban menos del 10 por ciento de los ingresos de la firma. También se dolarizó un subsidio estatal de 40 millones de pesos anuales, pero a fines de ese año el Estado reconoció la imposibilidad de afrontar el compromiso y autorizó un aumento de 45,2 por ciento en las tarifas de peaje a abonar por buques internacionales (en dólares) y de cabotaje (en pesos). El presidente Néstor Kirchner convalidó todo lo hecho por su antecesor y en septiembre de 2006 fue más allá al autorizar un incremento de 36,4 por ciento en las tarifas de cabotaje e internacional.

n Terminales portuarias de Buenos Aires. En junio de 2002, la gestión de Duhalde dolarizó las tarifas y las tasas correspondientes al comercio y transporte internacional que prestan las cinco terminales del Puerto de Buenos Aires. Las tarifas de cabotaje, en cambio, se mantuvieron pesificadas. El presidente Kirchner fue el encargado de concluir la renegociación sin introducir modificaciones significativas. El Congreso aprobó la dolarización en junio de 2005.

n Servicios aeroportuarios. El presidente Duhalde dolarizó por decreto las tasas que cobra Aeropuertos Argentina 2000 para vuelos internacionales en abril de 2002 y estableció que el canon dejaría de ser una suma fija y pasaría a representar un porcentaje de la facturación. Durante la gestión de Kirchner se firmó un nuevo acuerdo, pero esos dos puntos no sufrieron modificaciones sustantivas. Es más: se estableció que el canon representaría el 15 por ciento de los ingresos y, luego de descontar porcentajes menores destinados a la Anses y al órgano de control de aeropuertos, el dinero se depositaría en un fondo para financiar inversiones en los aeropuertos de la concesión. El cambio más significativo que introdujo Kirchner fue la renegociación de la deuda que mantenía el concesionario. Una parte se cancelará con los ingresos por recaudación y el resto con acciones de la empresa. El nuevo acuerdo fue aprobado por ambas Cámaras en febrero de 2007.