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El modelo minero en Chile fue un inevitable punto de comparación a lo largo del debate. El cobre que extrae la estatal Codelco tiene un fuerte impacto en la estructura fiscal del Estado trasandino, con una considerable tracción sobre el resto del aparato productivo.

¿Cuál es la evaluación sobre la experiencia chilena?

Eduardo Bustelo: –El 50 por ciento de las exportaciones de Chile provienen de la actividad minera, y el sector tiene una participación espectacular en el PBI. Ese modelo de desarrollo basado en la explotación del cobre ha sido plebiscitado y alabado en muchas ocasiones. En San Juan la participación en el producto de la minería creció fuertemente, al tiempo que la provincia pasó a representar del 3 al 23 por ciento del producto geográfico bruto, donde las exportaciones del sector son superiores a las del resto de Mendoza.

Nicolás Gutman: –Hay importantes diferencias con el caso chileno. Ellos no tienen 40 millones de habitantes, ni tienen una Pampa Húmeda. Es interesante que siendo Chile un país minero, siempre ha habido una preeminencia de la estatal Codelco, que es una de las grandes jugadoras mundiales, con peso en el precio mundial del cobre. Codelco fondea al Estado y tiene liderazgo tecnológico. Y ni con Pinochet se privatizó.

Bustelo: –Sí, pero Pinochet en lugar de privatizarla estableció que el 50 por ciento del ingreso por exportaciones vayan al financiamiento de las Fuerzas Armadas. Por eso, que esté en control del Estado no implica necesariamente que el excedente se aplique al mejor destino.

Gutman: –Actualmente el 10 por ciento de los ingresos de Codelco por la venta de cobre va al ejército. Y ahora hay un proyecto de ley para que ese flujo se corte. De todas formas, privilegiar a un sector o a otro es una decisión política de la democracia