El resultado de las negociaciones colectivas de trabajo en 2010 fue un aumento de salarios superior al de los últimos siete años. Los empresarios y varios economistas ortodoxos vienen sosteniendo que estos incrementos impulsan la inflación y llevan a la ruina a las empresas. Sin embargo, un análisis más fino de los costos laborales le quita dramatismo a estas afirmaciones. El aumento promedio de los salarios el año pasado fue del 25,1 por ciento. Para el total de la economía, el incremento de la productividad fue del 6,9 por ciento y la suba de precios mayoristas, según el Indec, del 14,9 por ciento. Así, el aumento del costo laboral real por unidad fue de sólo el 1,6 por ciento. Si se toman en cuenta las estimaciones de precios mayoristas de las consultoras privadas, el costo laboral cayó más del 1 por ciento.

Al estudiar particularmente los costos laborales del sector manufacturero, se identifica un incremento de costos laborales totales de 28,4 por ciento durante el año pasado. La mejora de la productividad del sector fue de 9,6 por ciento y el aumento de los precios mayoristas, según el Indec, del 15,1 por ciento. De esta manera, la variación del costo laboral por unidad real medido en pesos fue de 2,3 por ciento. Cabe considerar que cualquier índice de precios mayor al utilizado daría cuenta de una variación más pequeña de los costos laborales en términos de los ingresos de las firmas.

Si se tiene en cuenta que el sector manufacturero compite directamente con el resto del mundo, los costos laborales deben compararse con los ingresos del sector en moneda extranjera, es decir, incluir al análisis al tipo de cambio real multilateral. En este caso, el costo laboral real en moneda extranjera (tomando una canasta de monedas de los países con los que se mantienen relaciones comerciales), muestra un incremento de apenas el 0,1 por ciento, comparado con 2009. Nuevamente, si en el cálculo de la evolución del costo real unitario en moneda extranjera se utilizan las estimaciones de inflación mayorista de las consultoras privadas, el resultado es una baja en los costos laborales empresariales