GRUPOS ECONOMICOS DEUDORES TIENEN DOLARES EN EL EXTERIOR
Los verdes están bien guardados
Por R.N.
La mayoría de los grandes grupos económicos locales que presionaron al Gobierno para conseguir la pesificación de sus deudas bancarias tienen depósitos y otros activos en el exterior. Un estudio realizado por el economista Matías Kulfas para Cepal revela que sólo el 25 por ciento de los fondos resultantes del proceso de extranjerización de la economía que se dio en la década pasada se reinvirtió en la Argentina. Entre 1992 y 1999 los once grupos más importantes del país vendieron empresas por un valor de 6750 millones de dólares y compraron otras por un monto total de 1020 millones. Si bien algunas de ellas invirtieron parte del saldo en las compañías que aún mantienen, estas inversiones no superan los 600 millones. Los más de 5000 millones restantes no están dentro del corralito, sino invertidos en activos en el exterior. Es decir que estos grupos podrían repatriar parte de esos capitales para saldar sus deudas en dólares con los bancos. Con lo que las entidades financieras podrían devolver parte de los dólares de los ahorristas.
Pérez Companc vendió empresas y participaciones accionarias por 2411 millones de dólares y compró por 607 millones. Parte de ese saldo está invertido en entidades financieras en las islas Caiman. También destinó fondos para comprar empresas en Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia. Bunge y Born vendió empresas por un monto total de 1037 millones y compró sólo por 63 millones. La principal operación fue la venta de Molinos Río de la Plata a Pérez Companc. Ahora Bunge y Born concentró el grueso de sus inversiones en Brasil.
Macri vendió empresas por 550 millones y compró sólo por 10 millones. El capital restante se lo llevó a Brasil. Ahora el empresario mantiene fuertes deudas con el sistema financiero y con el fisco, que asegura no poder cancelar. Para hacerlo sólo tendría que traer parte de lo que se llevó. Techint vendió por 336 millones y compró por 65 y Astra vendió por 742 millones y compró por 20.
La mayor parte de estas empresas participó del proceso de privatizaciones a principios de los ‘90. Compraron los activos estatales a precios de remate, luego vendieron sus participaciones a grupos internacionales por miles de millones de dólares que giraron al exterior. Ahora el Estado les licuará sus deudas. Con sus finanzas saneadas y los dólares seguros en bancos en el extranjero, ya pueden volver a comprar activos en el país a precios de remate.
El propio Pérez Companc les hizo saber a los españoles del Banco Santander que, si deciden irse del país, el grupo podría recomprar el Banco Río. Claro que el precio de recompra sería menos de la mitad de lo que pagó el grupo ibérico.
Según una estimación del Ministerio de Economía, los argentinos tienen activos en el exterior por un valor de 150 mil millones de dólares, cifra cercana a la deuda externa. Si se analiza la curva de aumento anual de la deuda y la fuga de divisas se puede comprobar que se comportan de manera similar. Un estudio hecho por Eduardo Basualdo y Matías Kulfas que compara la relación deuda-fuga de divisas de México, Brasil y Argentina muestra que mientras en los otros dos países las divisas adeudadas se transformaban en inversiones productivas, en Argentina alimentaron la fuga.
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