“Los trabajadores que manejan una cosechadora ganan 1000 pesos por mes porque controlan un aparato que vale 80 mil dólares, pero son una minoría. Donde hay mucha demanda de mano de obra es en los cultivos extra-pampeanos y ahí están los mayores problemas laborales. El área de trabajo rural del Ministerio de Trabajo tiene delegaciones provinciales, pero no he visto que haya inspecciones. En algunas cosechas de exportación se les blanquea una parte del salario a los trabajadores porque los compradores supervisan la producción, pero la desprotección sigue siendo muy alta. En el sector yerbatero, los secaderos tercerizaron la cosecha. A los capataces los indemnizaron y ahora trabajan como contratistas de cosechadores para las mismas empresas, las cuales evitan mantener una relación laboral directa con los trabajadores. Las falsas cooperativas de trabajo tambiénperjudican a los peones porque muchos se suman como socios, pero en realidad son asalariados encubiertos y les ahorran a los patrones el pago de los aportes.”