¿Por qué no se puede revertir el elevado nivel de empleo en negro existente en el sector rural?
–El empleo en negro es una cuestión muy difícil de resolver. La cultura del “sí, patrón” lleva muchos años en el campo. Primero empezamos con la campaña nacional del blanqueo y hace poco tiempo hemos logrado que se aprobara la Libreta del Trabajador Rural luego de siete años de lucha. Al comienzo las entidades del campo estaban en contra, pero logramos imponerla y creemos que va a ayudar a revertir la situación.
Otra debilidad del sector agrario son los bajos sueldos que perciben los trabajadores.
–Nosotros estamos negociando en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario porque parte de la rentabilidad que lograron los productores con la devaluación se tiene que transferir a los trabajadores. Exigimos una suba del salario promedio para llevarlo a 500 pesos. Muchos están cobrando esa cifra, pero el descuento para la obra social y la jubilación se calcula sobre lo poco que cobran en blanco.
¿Qué postura tiene el sindicato frente a la modalidad de contratación flexible que se impuso a través de los contratistas?
–Muchas empresas emplean trabajadores a través de contratistas para evadir responsabilidades. Nosotros luchamos para que el contratista blanquee a sus empleados. Pero sabemos que el dueño del campo es responsable solidario y va a tener que ayudar a resolver la situación.