¿La obra pública puede hacer disminuir la desocupación como promete el Gobierno?
–La generación de puestos de trabajo depende del tipo de obra, una cosa es hacer un dique o un camino y otra es hacer viviendas populares. En el caso de la vivienda, los mejores números indican que por cada unidad se necesitan en forma directa e indirecta 4,5 personas. Si una vivienda cuesta 50 mil pesos significa una inversión de 11.100 mil pesos por puesto ocupado. En el caso de un dique, las cifras son muchísimo mayores porque se necesitarían cerca de 130 mil pesos para generar el mismo puesto. Lo que se requiere son obras que incentiven el consumo para que el capital se reproduzca, y la vivienda va en esa dirección.
¿Qué diferencias podría haber entre un plan de viviendas público ejecutado por grandes empresas y uno impulsado por cooperativas de vivienda barriales?
–Hay una gran diferencia entre hacer vivienda en grandes barrios con grandes empresas o alrededor de la demanda de cooperativas de vivienda atendidas por pymes. En este segundo caso el factor ocupación es mayor, porque se distribuye la rentabilidad de manera más importante y con el mismo dinero se pueden hacer más casas y ocupar más gente.
Quienes argumentan en contra de la obra pública sostienen que son empleos de corto plazo que no solucionan la desocupación de raíz.
–En materia habitacional hay un déficit de 2 millones de viviendas a nivel nacional y cada año se requieren 100 mil más por la formación de nuevas parejas. La mejor capacidad para producir viviendas es de 200 mil por año. A ese ritmo, el déficit de vivienda actual recién se eliminaría en 20 años.