Las reservas de petróleo cayeron un 5,3 por ciento y las de gas natural, un 15 por ciento durante los últimos dos años.

En 1991 la proyección de reservas de gas natural alcanzaba para cubrir las necesidades del mercado interno durante 24 años.

Actualmente sólo alcanza para 14 años y, si la demanda aumenta, la situación empeorará.

Los pozos exploratorios en busca de nuevos recursos descendieron de 165 a 30 entre 1995 y 2002 debido a la falta de inversión por parte de las petroleras.

La caída de reservas podría afectar el abastecimiento interno en el mediano plazo.

Sin embargo, las ventas al exterior de petróleo crudo crecieron un 33 por ciento desde 1995 y las de gas natural, un 771 por ciento desde 1997.

El petróleo y el gas natural son bienes estratégicos no renovables.

Por lo tanto, si el Estado no interviene para garantizar su preservación el país podría perder en los próximos años una ventaja comparativa indispensable para impulsar el desarrollo económico.