¿Son justos los reclamos de las privatizadas?
–No hay ninguna razón para que el Gobierno les dé un seguro de cambio por sus deudas en el exterior. En ese caso, todos los ciudadanos y empresas deberían tener el mismo derecho. Tampoco es admisible que puedan importar sus insumos a un dólar preferencial. Si hubieran cumplido la ley de Compre Argentino no tendrían semejante participación de importados en sus costos. Lo primero que debería hacer el Gobierno es regular el precio del petróleo en boca de pozo. Así bajaría fuertemente la incidencia de la devaluación en los costos de las compañías de electricidad y gas, que utilizan el fluido de manera directa e indirecta. La Ley de Emergencia Económica dice que el Estado puede regular los precios de mercados oligopólicos y el del petróleo lo es.
¿Cómo debería negociar el Gobierno?
–Revisando el pasado. Poniendo sobre la mesa todas las irregularidades cometidas. La indexación indebida, las inversiones incumplidas, las multas impagas. Tampoco se cumplió la neutralidad tributaria, porque no rebajaron tarifas ante las reducciones de cargas patronales. Los pliegos de privatización hablaban de utilidades justas y razonables y en el país se obtuvieron ganancias que llegaron a triplicar las internacionales. En base a todo lo que ganaron de más, por incumplimientos contractuales, el Gobierno puede exigir que las empresas no carguen en sus tarifas la incidencia de la devaluación.
¿Si se hiciera un análisis de costos general de cada empresa y se sumara un margen razonable, se deberían aumentar las tarifas?
–Sí, la incidencia de la devaluación es muy fuerte. Por eso la única manera de exigirles un congelamiento es basándose en las ganancias irregulares que obtuvieron en el pasado.
Esto serviría en la coyuntura ¿Cómo deberían renegociarse las condiciones a largo plazo?
–Hay que modificar el sistema de privatizaciones. Rever todos los contratos y marcos regulatorios. También revisar las funciones de los entes reguladores. El modelo que mejor funciona es el inglés, en donde los contratos contienen una cláusula fundamental. Cuando la rentabilidad de las empresas excede un porcentaje, se rebajan las tarifas.