El teatro Cervantes es monumento histórico-artístico nacional desde 1995. Sin embargo su fachada se ha ennegrecido, sus ornamentos no brillan y parte del revestimiento de las paredes de la sala principal cuelga tristemente despegado. Y esto es sólo lo que está a la vista. Afortunadamente, la Secretaría de Cultura de la Nación junto con las autoridades del teatro han anunciado ayer que se pondrá en marcha un plan integral de restauración y actualización tecnológica del recin- to de Libertad y Córdoba, que fue inaugurado hace casi nueve décadas, el 21 de septiembre de 1921.

La iniciativa constituirá la principal contribución de España a la conmemoración del bicentenario en Argentina, pues será el gobierno español el que donará los 300.000 euros que se requieren para llevar adelante la primera etapa de la obra. Durante los primeros seis meses se realizarán todos los trabajos previos a la restauración integral: estudios acústicos, patológicos, de electricidad, cañerías, desagüe y todos los cateos y pruebas referidos a la restauración de estucos, dorados, azulejos y demás ornamentos. A modo de yapa, los funcionarios han prometido que una parte de la fachada estará restaurada y será iluminada durante los festejos de 2010.

Después de esta primera etapa de evaluación tendrá lugar un concurso de proyectos de arquitectura para seleccionar al equipo responsable de la ejecución (el contrato de asistencia técnica para la realización de los trabajos previos fue adjudicado a la empresa argentina Comsa tras un concurso privado del que participaron ocho firmas). El director nacional de Patrimonio y Museos, el arquitecto Alberto Petrina, aclaró que “sólo se contratarán empresas con experiencia en el campo de la restauración”. Por otra parte, el embajador español Rafael Estrella anunció su intención de conformar con actores españoles y argentinos una comisión de amigos del Cervantes con el objeto de que éstos se conviertan en los promotores de la puesta en valor del teatro, y recordó el modo en que María Guerrero, quien financió junto a su marido la construcción del teatro en 1918, supo obtener el apoyo de los artesanos de Valencia, Cataluña y Salamanca, de donde provienen las rejas, herrajes, espejos, pinturas, candiles, tapices y cortinados del Cervantes. El secretario de Cultura Jorge Coscia y el director del teatro Rubens Correa agradecieron el gesto de Estrella con un abrazo, “por ser una persona de palabra y cumplir con la promesa” de realizar las gestiones para que la generosa donación española fuera posible.

La obra completa tendrá un costo de 13.800.000 euros, de los cuales aportarán en partes iguales el gobierno argentino y el español. Entre las novedades, se construirá una nueva sala en el patio andaluz (ésta era parte del proyecto de restauración que se llevó a cabo tras el incendio de 1961; la obra nunca se realizó pero los planos aún se encuentran). Además, se realizará una réplica de la tela que cubría el techo de la sala principal –una pieza que reproducía la fachada de la Universidad de Alcalá, que sirvió de modelo al Cervantes– y que hoy no puede verse porque tras el incendio se destruyó parcialmente. Por otra parte, será importante la actualización del teatro para que éste responda a las modernas medidas de seguridad. Entre las tareas de mayor envergadura se encuentran el nuevo cableado de la sala y el reemplazo de las cuatro enormes calderas que funcionan en los subsuelos del teatro.