El Mundial ha alejado la acción de los clubes locales para centrarla en las deslumbrantes infraestructuras alemanas. Mientras aguardan el regreso de los clásicos porteños, ocho clubes sociales y deportivos ubicados en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires abrirán sus puertas a ocho espectáculos teatrales –cuatro para niños y cuatro para adultos–, desde hoy hasta el 13 de agosto. Teatro Itinerante es el nombre de este ciclo, creado en 2003 por iniciativa del Ministerio de Cultura de la ciudad, que anualmente busca alcanzar nuevas metas: esta vez serán 64 las funciones ofrecidas, con entrada gratuita.

“Este programa cumple varios objetivos –explica la ministra de Cultura del gobierno porteño, Silvia Fajre, a Página/12–, sale a buscar al vecino, futuro usuario de teatro; genera un clima de más intimidad, desacralizando al teatro, alejándolo de los ámbitos consagrados.” El efecto de esta política de descentralización cultural, según Fajre, no tarda en hacerse visible: “Lugares acostumbrados al grito enfervorizado del aliento a un equipo deportivo –dice– de pronto se aquietan, se llaman al silencio pero no uno de tipo monacal, sino aquel que manifiesta el respeto y el placer de presenciar una obra de arte”.

El Club Atlético Vélez Sarsfield, la Asociación Atlética Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, Club Arquitectura, Sociedad Hebraica Argentina, Club Yupanqui, Club Pedro Echagüe y Club Franja de Oro son las sedes en las que se presentarán alternativamente los elencos seleccionados. Allí se podrá ver Venecia, la pieza de Jorge Accame ya convertida en un clásico, con dirección de Santiago Doria, en la que un grupo de personajes marginales inventará un divertido y fantasioso viaje a la mítica ciudad italiana. También ¿Dónde estás corazón?, la comedia de Marta Albanese interpretada por Alejandra Da Passano, Coni Vera y la misma Albanese, última obra que María Rosa Gallo dirigió antes de su muerte. Tampoco faltará a la cita Héctor Malamud, quien desplegará en su unipersonal Tango clips un abanico de personajes “bien argentinos”. Por último, Arturo Bonín y Susana Cart interpretarán a una pareja en conflicto en Hasta que la vida nos separe, una comedia costumbrista con dirección de Luis Rossini. Si bien todos los espectáculos son aptos para todo público, Teatro Itinerante presentará cuatro opciones especialmente diseñadas para los más bajitos, adelantándose a las vacaciones de invierno. Fausto, con comentarios de Anastasio el pollo, versión libre de Gabriela Marges sobre el poema de Estanislao del Campo, es un relato en clave gauchesca de la historia de un pollo de la pampa argentina que pisó por primera vez el Teatro Colón. También con personajes del folklore nacional, Las aventuras de Juan Moreira, por la compañía Juglares que dirige Patricia Corságeno, obligará a tres agentes secretos a representar la famosa novela de Eduardo Gutiérrez. El cascanueces y el rey de los ratones, comedia musical de Adriana Tello y su grupo Yopoloko, retomará el cuento de Navidad de Hoffman, mientras que Mis cajas, de Silvia Copello, invitará a descubrir, en cada una de sus 60 cajas, una sorpresa.

“Esto es extraordinario. Dejás de ser el artista separado de la comunidad para integrarte a ella”, dice Héctor Malamud en diálogo con este medio. “Despertás interés, curiosidad. La prueba está en que hay gente que está haciendo teatro en el club después de ver un ciclo como éste”, continúa. En la versión 2005 la propuesta había reunido a 21 mil personas en diez sedes. Esta vez se espera duplicar la cifra, ya que la apuesta ha sido redoblada, en un doble circuito: el de otoño-invierno –que comienza hoy– y el de primavera, que reunirá a otros ocho elencos en nuevos recintos deportivos durante octubre y noviembre. “Año a año ha ido aumentando el interés, la ansiedad antes del ciclo. La gente lo va palpitando en la semana, porque vienen Fulano o Mengano”, se entusiasma Jorge Antoliche, presidente del Club Pedro Echagüe. “Los clubes estamos muy agradecidos porque nos han dado una herramienta más para favorecer el movimiento social dentro de la institución”, concluye, invadido por esa pasión que se contagia en los clubes cuando se aproxima la fecha de un encuentro único.