Jueves, 29 de agosto de 2013 | Hoy
TEATRO › AGUSTíN ALEZZO FUE GALARDONADO CON SIETE ESTATUILLAS Y EL ACE DE ORO
Seis premios para Jettatore, uno para la obra off Los justos y el galardón mayor: se entiende que el director y docente defina la del martes como una velada “conmovedora”. En el escenario de El Nacional se leyó un comunicado de apoyo al Teatro San Martín.
Por María Daniela Yaccar
Los premios ACE tuvieron un gran ganador: Agustín Ale-zzo. El maestro de actores, uno de los directores más prolíficos del teatro nacional (lleva cerca de ochenta obras), se quedó con el ACE de Oro. Además, Jettatore, de Gregorio de Laferrere, obra que dirigió en el Cervantes, obtuvo seis premios a la producción 2012-2013: actor protagónico de comedia dramática y/o comedia (Mario Alarcón), actriz de reparto de comedia dramática y/o comedia (Lidia Catalano), actor de reparto de comedia dramática y/o comedia (Claudio Da Passano), iluminación (Félix Monti), vestuario (Graciela Galán) y revelación masculina (Hernán Muñoa). Alezzo también se llevó un premio por una obra que montó en el circuito independiente, Los justos, de Albert Camus, como mejor dirección en teatro alternativo.
“Siento una gran emoción”, remarcó Alezzo a Página/12 tras la ceremonia del martes en el Teatro El Nacional. Se sentía igual de contento y agradecido por el ACE de Oro que le entregó Javier Daulte como por el reconocimiento a Los justos, que estuvo en 2012 en su espacio, El Duende, y luego pasó a la cartelera del Auditorio Losada, en la calle Corrientes. Pese a su prestigio como director y maestro de infinidad de actores, Alezzo nunca descuida al circuito alternativo, donde suele montar espectáculos con viejos y actuales alumnos. “Los justos es una gran obra, de las mejores que se han hecho la temporada pasada, sacando algún Shakespeare. No es sencilla de dirigir. Me encantó hacerla, como me está encantando hacer ahora Sombras desde el jardín. Estamos teniendo mucho éxito, por suerte”, remarcó el director, quien celebra, cada año, el poder sumergirse en textos de diferentes autores y colores. Bien diferentes, como lo son Jettatore y Los justos. El primero, que le dio a Ale-zzo su debut en el Cervantes después de tantos años de trayectoria, es un clásico de la comedia rioplatense que data de 1904. El segundo es un texto foráneo, de tinte bien filosófico, situado en la antesala de la Revolución Rusa.
El maestro se refirió también a la ceremonia organizada por la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina, que fue conducida por Gabriela Radice y transmitida en directo para todo el país por la TV Pública. “Ha sido una noche muy conmovedora, sobre todo por el público que llenaba la sala. Cada vez que subía alguien al escenario se puso de pie y aplaudió durante cinco minutos. Eso me mató. Siento mucha satisfacción y agradecimiento”, sostuvo. En su discurso sobre el escenario, Alezzo nombró a personas que lo acompañaron en su carrera, a quienes “debo mucho”, como Ernesto Schoo, fallecido el 15 de julio de este año, y Alfredo Alcón.
El ACE es uno de los galardones fundamentales de los escenarios. En esta 23ª edición, hubo varios premios para Le prénom (El nombre), El león en invierno, Tierra del Fuego, Amadeus y Manzi, la vida en orsai. Manzi... cosechó cuatro galardones: musical, actuación femenina en musical (Julia Calvo), actuación masculina en musical (Jorge Suárez) y dirección musical (Betty Gambartes). Arturo Puig fue premiado como director de Le prénom, que se llevó el premio a mejor comedia dramática y/o comedia. Daniel Fanego y Leonor Manso fueron reconocidos como actores protagónicos de drama por El león en invierno. Tierra del Fuego, de Mario Diament, sobre el conflicto palestino-israelí, se llevó tres ACE, a obra argentina, actriz en teatro alternativo (Alejandra Darín) y actor en teatro alternativo (Pepe Monje). Amadeus ganó como drama, escenografía (Alberto Negrín) y producción (Pablo Kompel, Eloísa Cantón y Bruno Pedemonti).
Alezzo habló también del comunicado que se leyó hacia el final, en nombre de ACE y de su presidenta, Nora Lafón. “El comunicado estuvo muy bien. En su momento denuncié la situación del San Martín. Es muy importante defender nuestros teatros municipales”, sostuvo Alezzo. Joaquín Furriel, quien recibió un premio por Alcón, se manifestó inquieto en el escenario por la situación edilicia del San Martín. Final de partida, de Samuel Beckett, la obra por la que Alcón se llevó el reconocimiento a dirección de drama, tuvo que suspender una función por falta de calefacción en la sala, cuando el público ya estaba listo para ver el espectáculo, por lo que tuvo que hacer fila para que le devolvieran el dinero de las localidades. No fue un hecho aislado: hubo otras situaciones parecidas este año, como la que experimentó el Ballet Contemporáneo, cuando las calderas y cañerías colapsaron.
“A la inversa de la sociedad en la que estamos viviendo, nosotros queremos crecer y que otros crezcan, ayudarnos y ayudar, alegrarnos y alegrar (...). Ver lo bueno que hace el otro y compartirlo”, decía el comunicado. “Sería impensable que alguno de nosotros tratara de sabotear el éxito ajeno, y menos generar infamias para desestimarlo. Porque en realidad estamos al margen de las corporaciones periodísticas; lo cierto es que no les interesamos y no nos tienen en cuenta”, leyó Radice. Señaló, además, que “invadidos por la televisión tendemos a banalizar aun los textos más complejos y es ahí cuando nos traicionamos (...). Tengamos claro que la historia se repite y que siempre que nuestro país peleó por su soberanía brotaron los profetas del apocalipsis”.
Otros ganadores de la noche fueron Silvina Bosco (actriz/actor de reparto de drama, por Miembro del jurado), Gabriela Toscano (actriz protagónica de comedia dramática y/o comedia por Love, love, love), Nada te turbe (café concert, de Francisco Pesqueira), Patricia Palmer (actuación en obra para un solo personaje, por Juana La Loca), Fragmentos de un pianista violento (espectáculo de teatro alternativo, de Darío Bonheur), Elizabeth de Chapeaurouge (coreografía, por Más de 100 mentiras), María Jaunarena (puesta en escena de ópera, por La flauta mágica), Tanguito mío (infantil) y Sabrina Romay y Victoria Moreteau (revelación femenina, por Camila y Alfonsina y los hombres respectivamente). Por otra parte, se entregaron reconocimientos a Roxana Randón, por los diez años de su sala-escuela Espacio Abierto, y a los responsables del Teatro El Búho, por el mismo motivo. También a los directores de las salas Opalo, El Tinglado y Hasta Trilce, recientemente inauguradas, y al productor de la TV Pública, Enrique Trobbiani, que cumplió su última transmisión de exteriores con los Premios ACE.
Si bien es de destacar que los ACE reconozcan a espacios independientes que acaban de abrir sus puertas, como también a otros que se sostuvieron en el tiempo, hay que decir también que la lista de nominados dio poco lugar a espectáculos del off y a caras desconocidas. Si hay tanta gente desconocida haciendo teatro a pulmón, si existe algo que algunos llaman off del off, ¿dónde están esos actores y directores? Por otro lado, el hecho de que haya una categoría denominada “espectáculo de teatro alternativo” también da que pensar: ¿por qué no hay una de “teatro comercial”? ¿El teatro independiente es considerado un género en sí mismo? Finalmente, que haya tantas repeticiones en las nominaciones puede ser justo, pero también sería interesante que haya más producciones nominadas, para que más artistas compitan por el galardón.
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