Al mismo tiempo que en ciudades tan distintas como Miami y Almada (Portugal) se están desarrollando festivales teatrales dedicados a la producción argentina. En Buenos Aires comienza una nueva edición –la quinta– de Panorama Sur, un espacio de creación y formación para artistas que se ha consagrado como una “plataforma” de intercambio internacional. Programa de artes escénicas, cada año conjuga, a lo largo de tres semanas, actividades vinculadas al quehacer escénico. “La llamamos plataforma para diferenciarla de los festivales clásicos. Panorama Sur no es un festival que exhibe obras y punto, es algo más grande”, explica Cynthia Edul, co-directora artística, junto a Alejandro Tantanian, sobre este proyecto que empieza hoy y se extenderá hasta el 1 de agosto.

La plataforma nació en 2010 con la idea de que era posible otro modo de hacer gestión cultural, distinto al que proponen las instituciones estatales. Así, fue creciendo y consolidándose bajo una lógica que pone en primer plano las redes y conexiones entre diversos espacios que compartan un concepto sobre el arte y se junten para producir y comunicar hechos artísticos de relevancia. Desde la originaria colaboración de la Siemens Stiftung de Alemania y el Goethe-Institut se fueron sumando otras instituciones como el Malba, el Departamento de Artes del Movimiento del IUNA, el Ministerio de Cultura de Uruguay, el Teatro Argentino de La Plata, el Complejo Teatral de Buenos Aires, el Centro de Experimentación del Teatro Colón, el Instituto Nacional del Teatro (INT), la Embajada de Francia en la Argentina y el Institut Français, que hoy colaboran tanto en curaduría como en financiación para sostener el proyecto.

Desde las primeras ediciones, el equipo artístico de Panorama Sur sigue una línea a la que llama “Más allá de la representación”, una idea en torno de la cual giran las propuestas que conforman la programación de cada año. Esta tiene cuatro ramas: la primera, a la que Edul llama “el corazón” del proyecto, es el Seminario Intensivo para Dramaturgos, que reúne a 20 autores de Latinoamérica, España y Estados Unidos para que trabajen juntos, durante casi un mes, en la producción de un nuevo trabajo a partir de una serie de clínicas y tutorías. Luego está el Ciclo de Clases Magistrales, que se realiza en el Malba y que este año, gracias a la asociación con el INT, será con entrada libre y gratuita. La tercera pata son los workshops, que este año dictará el músico y teatrista Matías Feldman. Por último están los espectáculos.

“La idea para los espectáculos es presentar propuestas que mantengan actualizados todos los lenguajes”, afirma Edul. En esa línea, los curadores programaron para este año (M)imosa, un espectáculo de la compañía franco argentina Vlovajob Pru que coquetea con la performance, y The Metastable Circuit, del músico libanés Tarek Atoui, que es una investigación sobre nuevos sonidos y su relación con la improvisación, además de dos propuestas nacionales: Ciencia y fricción, de Luis Garay, un espectáculo de danza que indaga en la velocidad y en el vértigo del movimiento, y Prueba I, que forma parte de Proyecto Pruebas, una investigación sobre nuevas modalidades de aproximación a los espectadores, que está a cargo de Feldman.