Diez directores argentinos montando obras teatrales de diez autores extranjeros. Eso es lo que sucederá durante quince días en siete salas teatrales independientes de Buenos Aires. Y es que desde mañana y hasta el 30 de noviembre se llevará a cabo la primera edición del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América, un espacio de cruce inédito que involucrará a más de cien artistas de ambos continentes. Se presentarán obras de autores contemporáneos de Francia, Suiza, Uruguay, Croacia, Austria, Brasil, Italia, Reino Unido, España y Alemania, muchos de los cuales viajarán a la Argentina para ver la puesta en escena de sus textos, que dirigirán Ana Katz, Román Podolsky, Cristian Drut, Analía Couceyro, Lisandro Rodríguez, Elisa Carricajo, Guillermo Cacace, Mariana Chaud, Natalia Casielles y Diego Faturos.

Producido por la Eunic (red mundial que nuclea a los Institutos Nacionales de Cultura de los estados miembros de la Unión Europea), en coproducción con instituciones y embajadas de los países participantes y los teatros independientes donde se exhibirán las funciones, el festival está curado y dirigido por Matías Umpierrez, quien fue durante casi una década responsable del área de teatro del C. C. Rector Ricardo Rojas y uno de los artistas más innovadores de la escena local. El cuenta a Página/12 que cuando empezó a planear el festival tenía claro que quería entrelazar varios sistemas de producción: el del teatro independiente de Buenos Aires, el de las instituciones culturales internacionales y el de cada uno de los países que participan en esta primera edición. “Lo pensé desde el inicio como un proyecto para desarrollarse en el teatro independiente, que es el circuito teatral más sustentable de Buenos Aires porque sobrevive a cualquier crisis. Quería que las instituciones extranjeras pudieran ver al teatro independiente como un espacio formal, como eje fundamental del circuito de producción artística de este país”, destaca Umpierrez, que ya se lució en otros proyectos curatoriales como Operas Primas, Proyecto Manual, Decálogo y Proyecto Clásico, ciclos que dieron lugar a la experimentación dentro de las artes escénicas.

Por otro lado, el curador se propuso “ampliar el campo de trabajo” de los artistas locales. “En general, los directores argentinos llevamos a escena nuestros propios textos, lo cual es súper interesante. Pero también es un ejercicio y un desafío ingresar en los textos de otros, pensar cómo llevarlos a escena. Quise fomentar ese espacio de intercambio, entrelazar distintos modos de hacer, de sentir y de percibir la creación”, cuenta el artista, quien se reunió con las distintas instituciones extranjeras para seleccionar a los autores que participarían de esta primera edición. Los elegidos resultaron Joël Pommerat (Francia), Katja Brunner (Suiza), Mariana Percovich (Uruguay), Ivor Martinic (Croacia), Ewald Palmetshofer (Austria), Newton Moreno (Brasil) Massimo Vincenzi (Italia), Martin Crimp (Reino Unido), Josep Maria Miró (España) y Rebekka Kricheldorf (Alemania).

Para Lisandro Rodríguez, uno de los directores elegidos por Umpierrez y dueño de Elefante Club de Teatro, una de las salas que coproduce el festival, hay ciertos rasgos de la dramaturgia europea (a él le tocó montar la obra del autor austríaco) que permiten emparentarla con la literatura dramática local: “Se están haciendo obras más fragmentarias, con poca linealidad, en las que el devenir de la acción está interrumpido todo el tiempo por saltos temporales”, asegura, aunque dice que “en la Argentina todavía contamos más un cuentito”. De todos modos, si bien encontró esa similitud, el proceso de concretización del texto al director le generó algunos problemas: “Me perdía por momentos con la obra, porque es bastante compleja para mí. Me pareció interesante como director que esa pérdida se viera en escena, que el público notara la dificultad que me generó trabajar sobre el material de un autor que no conozco y que si bien es mi contemporáneo está en la otra parte del mundo”, confiesa.

Al igual que todas las demás, la obra de Rodríguez, que se estrenará en su propia sala, se repondrá en febrero del año próximo para hacer temporada. De este modo, el intercambio entre directores, autores, artistas e instituciones se convertirá, además, en un producto sustentable en el tiempo. “Fue otra de las ideas originales. Nos interesaba que las obras no se exhibieran solamente en un marco eventual, sino que dejaran una huella en la comunidad. Queríamos producir contenido, generar diez estrenos en el transcurso del festival pero que además fueran diez materiales potentes como para seguir en temporada”, concluye Umpiérrez.

* La programación completa del festival se puede consultar en www.festivaldramaturgia.com.ar. Las entradas tendrán un precio único de $ 50 y luego de cada función se realizará un debate abierto entre el público, el dramaturgo extranjero y el director argentino.