“¿Por qué vivir condenado por el prejuicio de los otros?”, fue la pregunta que motivó a Dennis Smith, actor, cantante, cineasta y dramaturgo, a escribir Boyscout, obra sobre el maltrato adolescente, comedia musical que, además de ganar el Premio Argentores 2014 de su rubro, acaba de reestrenar en Margen del Mundo (Concepción Arenal 4865). Ante la singularidad de su nombre, son muchos los que creen que el también singular teatrista utiliza un seudónimo: “Me llamo así porque mi papá era fanático de la revista D’Artagnan y aprovechó su apellido para hacer un homenaje al detective Dennis Martin, su personaje favorito”, cuenta en la entrevista con Página/12. Sobre su temprana decisión de convertirse en cantante –carrera que comenzó a los 11 años, a partir de su participación en Festilindo– también tiene una explicación fuera de lo común: “Mi mamá tenía una fijación con La novicia rebelde y nos hacía cantar a mí y a mis cuatro hermanos”, recuerda entre risas. También fue en la infancia cuando comenzó a estudiar teatro, primero con Cora Roca y más tarde con Agustín Alezzo. En cuanto a la escritura, Smith comenzó componiendo letras de canciones que grabaron Soledad y Luciano Pereyra, entre otros, guiones de películas también dirigidas por él (Roud Muvi y El ayuno) y musicales, de los cuales Boyscout es el último de una trilogía.

En 2012, Smith estrenó una suerte de biodrama musical sobre la relación que mantuvo con su abuela: “Se llamó Negra, y nunca pensé que algo tan cercano a mi historia personal pudiese interesar a otros”, confiesa hoy, a tres años del estreno de una obra que hasta hace muy poco seguía representando. Dos hermanos, la segunda pieza de este ciclo autobiográfico, fue la que concretó junto a su hermana Virginia, sobre el tema de las migraciones, obra premiada por el fondo Iberescena, próxima a reponerse. La última de las obras inspirada en experiencias propias fue esta Boyscout, nacida en una circunstancia angustiosa generada por la sobreexposición mediática: “Cuando participaba en La voz argentina –narra Smith–, se armó una polémica porque decían que yo estaba acomodado, tras lo cual comencé a ser objeto de burlas. ¡En televisión! Y, aunque yo tengo una larga historia de recibir burlas, que me pegaran carteles y que me acusaran de puto, me pareció que era el momento para escribir una comedia musical sobre el bullying”, explica. Sin embargo aclara: “No levanto ninguna bandera. Me pareció bueno hacerlo no tanto por mí sino por otros que sufren el mismo nivel de abuso”, concluye.

Interpretado por el mismo Smith, en un tono confesional a veces divertido y otras melancólico, Boyscout cuenta la historia de un chico que, como último recurso para ingresar al mundo de “la normalidad” y de una vez por todas entrar en “el modelo masculino aceptable por sus pares”, decide anotarse en un campamento scout. Soporta con estoicismo los malos tratos del autoritario Mr. Camp Leader (a cargo de Leandro Rosenbaum) hasta que sucede algo inesperado: una historia de amor que, tras ser descubierta, termina en tragedia. La musicalización en escena corresponde a Agustín Buquete y Fernando Losada.

Aceptación, comprensión y rechazo son las tres palabras que el personaje determina que serán las claves para encontrar la propia estima. “Yo sé que hay algo aleccionador en la obra”, advierte el actor, “pero creo que está bueno decir que hay actitudes que se muerden la cola, que las acciones violentas pueden volver a quien las desató primero”, afirma. Llama la atención la selección musical que acompaña la historia del protagonista, por su carácter desprejuiciado. “Volver”, de Gardel y Le Pera; “Yo no sé qué me han hecho tus ojos”, vals de Francisco Canaro, y “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, son algunos de los temas que integran el repertorio que canta Smith en escena. “Soy muy anárquico”, se define el actor, casi disculpándose. “Lo que puedo decir es que elegí estos temas solamente porque quería cantarlos y fue después que me di cuenta de que estaban hablando exactamente de lo que el personaje necesitaba decir.”

* Boyscout, Margen del Mundo (Concepción Arenal 4865), sábados a las 21.