Nacida en la provincia de Buenos Aires pero criada en Neuquén, la actriz Mariela Roa se estableció hace algunos años en Villa La Angostura, donde trabaja junto a su grupo, Manzana 44. El nombre no tiene que ver con la producción frutícola de la zona sino con la ubicación de su lugar de nacimiento, en el partido de Quilmes. En estos días, Roa está en Buenos Aires junto al músico Gustavo Emilio Romero para hacer 4 únicas funciones de su espectáculo Irma (Cierro los ojos y veo), escrito e interpretado por ella misma, con música en vivo de Romero, bajo la dirección de Marina Carrasco. “Aparentemente es pequeña y simple –comienza a definir la actriz en la entrevista con Página/12–, pero la obra despliega un universo profundo, sensible, y emocional”, sostiene.

Ganadora del selectivo provincial Neuquén, obra programada en festivales y giras nacionales, Irma... tuvo su origen en Buenos Aires, a partir de un estímulo fotográfico. Es que el fotógrafo Mauro Ramírez le comentó a Roa su interés en montar una exposición no convencional de una serie de tomas realizadas en un viaje al Chaco. Las imágenes hicieron el resto: “Son fotografías tomadas unos 100 kilómetros antes de llegar a Resistencia”, cuenta Roa, “son imágenes del campo bajo el sol, se ve el humo de un incendio, la sequía pero también una laguna, nubes al atardecer, algunas tomas de noche”, enumera. Inesperadamente –la actriz venía trabajando con su grupo en varietés e intervenciones en diversos eventos– estas imágenes promovieron “un proceso creativo acotado pero intenso”, que incluyó la escritura por parte de la actriz y la dirección de Carrasco. La situación que instala la obra es, precisamente, la apertura de una pequeña exposición fotográfica. Lo singular es que la protagonista, Irma, una mujer sencilla de un paraje chaqueño de 128 habitantes, aceptó exponer su obra impulsada por el profesor que le enseñó los rudimentos de su arte en un taller municipal de fotografía.

La invitación a exponer lejos de casa y la espera a que el marido llegue al salón desde el campo donde caza predisponen a Irma de un modo especial: “Finalmente ella se pone a hablar sobre cada foto con el público”, cuenta la actriz, “y así se va dando a conocer no solamente el espacio que ella habita sino también su propia interioridad”. Si se le pregunta a Roa cuál es la razón de la emoción que esta obra, según las críticas, provoca en el público, la actriz contesta: “Creo que lo que más atrapa es su simplicidad, la forma natural que tiene el personaje de valorar lo que ve diariamente, su sencillez y el hecho de que las imágenes son una excusa para hacer un relato interno”, concluye. En la alternancia entre los paisajes naturales y los paisajes interiores que evoca Irma en su relato, Roa suma un elemento potente. Porque la actriz estudió a conciencia la forma característica del habla de la región chaqueña donde se supone vive su personaje, con sus inflexiones, sus pausas y su cadencia. En esto se ubica en las antípodas de algunas experiencias teatrales porteñas que buscan utilizar las tonadas provincianas para despertar la risa. Lo que más extraña es que ninguno de los intérpretes de la obra haya visitado Chaco. “Estudié con un actor chaqueño y también vi películas”, señala la actriz. “Y ahora, después de conocer la provincia por fotos y mirando el mapa, queremos ir con la obra”, subraya.

Formado como director de cine y televisión, Ramírez es profesor de la Nikkon School Argentina, en cuya sede de Martínez en estos días está exponiendo otras fotografías suyas. Su experiencia le hace decir algo que podría aplicarse al personaje de Irma: “Hay cierta curiosidad inherente al ser humano en mostrar las cosas como las vemos personalmente, las soñamos o queremos que se vean. Algunos manifiestan esta inquietud un poco más que otros y es ahí donde llegan las técnicas”.

* Irma (Cierro los ojos y veo), Espacio Callejón (Humahuaca 3759) hoy, mañana, domingo 9 y lunes 10, a las 19.