Creada en 1986 por Jan Lauwers y Grace Ellen Barkey, la Needcompany tiene sede en la ciudad belga de Gante. Sus integrantes, fogueados en el cruce entre diversos lenguajes de la escena y las artes plásticas, provienen de los cinco continentes: “Somos una compañía con vocación internacional, multidisciplinar, plurilingüe e innovadora”, suele definir Lauwers. El estilo del grupo –el cual, según la crítica de su país, se caracteriza por la construcción de una suerte de “poesía escénica”– tiene origen en las experiencias de Lauwers en el terreno de la performance. En cuanto a su estética, los montajes de la Needcompany son deudores de la obra del informalista alemán Joseph Beuys y el dadaísta francés Marcel Duchamp. De visita por primera vez en el país, la Needcompany presentará en esta décima edición del FIBA dos espectáculos diferentes: Isabella’s Room (La habitación de Isabella) –que podrá verse hoy y mañana, en el Parque Centenario, a las 20, con entrada libre y gratuita– y The Blind Poet (El poeta ciego), que se ofrecerá el jueves 24 y el viernes 25, en el Teatro Coliseo. La primera obra tiene una duración de dos horas, en tanto que la segunda, de dos horas y media.

Autor de veinticinco obras teatrales, Lauwers le advierte a Página/12 que Isabella’s Room es la primera pieza que escribe con formato clásico. Sin embargo, según subraya, “tanto la danza, la música o la plástica que intervienen en la obra son tomados como lenguajes autónomos y de igual importancia que la palabra”. Isabella’s Room despliega un argumento con resonancias de relato popular. Se trata de la historia de una muchacha que vive con sus padres en un faro. Aislada de la costa, guarda un secreto acerca de su propio origen relacionado con una estirpe real. Y vive repitiendo una historia que le han contado, la cual luego sabrá que es mentira. “Como una isla, el faro es un área transicional –explica el director–, un sitio entre el mar y la tierra, entre lo sólido y lo fluido, entre el afuera y el adentro.” El espectáculo, que cuenta con música y canto en vivo, está interpretado por nueve actores, entre los que se destaca la belga Viviane De Muynck.

En cuanto a The Blind Poet, es la última producción de Lauwers, estrenada hace pocos meses. Creada junto al compositor Maarten Seghers, la obra comenzó a perfilarse a partir de las diversas historias de familia de los integrantes del elenco, provenientes de diferentes países. Así, el montaje habla acerca de la noción de identidad en una Europa eminentemente multicultural. “Doy mucha información en esta obra –afirma el director–, pero no propongo una lectura unívoca sino que dejo que sea la energía de los performers la encargada de transmitir ideas y sensaciones.”

The Blind Poet rescata, por otra parte, la obra de dos poetas medievales: el sirio Abu al ‘ala al Ma’arri, poeta ciego, y el bardo nacido en la Andalucía del siglo XI, Wallada bint al Mustakfi. Ambos remiten, según apunta Lauwers, a centros islámicos que, como Córdoba, en Sevilla, superaron en magnificencia y desarrollo cultural a cualquier ciudad europea de su época. Asimismo, según destaca el director, conformaban sociedades que permitían que la mujer asumiera situaciones de poder o, en el campo intelectual, tomara a su cargo la traducción de textos clásicos. Lauwers se pregunta: “¿Cuánto de la historia tal como la conocemos habrá sido determinada por mentiras o por encuentros y sucesos casuales? ¿Por qué la historia siempre es narrada desde una mirada masculina y desde los que están en el poder?”. Su montaje promete, si no respuestas, algunas claves para abordar el tema de la transmisión de la historia.