Sábado, 12 de diciembre de 2015 | Hoy
TEATRO › FESTIVAL INTERNACIONAL DE CIRCO INDEPENDIENTE EN EL GALPON DE GUEVARA
Desde hoy y hasta el lunes, en El Galpón de Guevara se podrán ver cuatro espectáculos: La ceremonia, de Tomi Soko; Povnia, de Lila Monti (ambos de la Argentina); Cuerdo, de Karl Stets (Dinamarca), y Nomarramón, de Jorge Albuerne (España).
Por María Daniela Yaccar
El Galpón de Guevara, teatro independiente ubicado en Chacarita, será escenario desde hoy y hasta el lunes de un “pequeño” festival internacional de circo. La programación consta de cuatro espectáculos: La ceremonia, de Tomi Soko; Povnia, de Lila Monti (ambos de la Argentina); Cuerdo, de Karl Stets (Dinamarca); y Nomarramón, de Jorge Albuerne (España). Según explica Pierpaolo Olcese, director de El Galpón y productor de algunas de estas obras, se verán dos vertientes del nuevo circo. “Las cuatro propuestas son muy distintas. Jorge y Tomi son muy experimentales. Utilizando las técnicas del circo, lo que hacen es mucho más abstracto. Los espectáculos de Lila y de Karl entran en un marco un poco más tradicional. Utilizan las mismas técnicas para hacer algo que reconocemos más como circo”, define.
“Hoy el circo es una mezcla de muchísimas cosas: clowns, acróbatas, bailarines, actores... El espectáculo de Tomi es, directamente, el suicidio del circo. Tiene poco que ver con él, pero al mismo tiempo algo de esa esencia queda. Nomarramón es un espectáculo experimental de acrobacia. Lila Monti, la más conocida, una institución de este ámbito, es una clown más tradicional. El danés apela al funambulismo y la magia”, describe Olcese los elementos que aparecen en cada trabajo. Desde su punto de vista, todos tienen una línea narrativa, que puede ser “más o menos difícil o críptica”, pero que actúa como “base” de lo que aparece en escena.
Nomarramón (hoy a las 23) se gestó entre 2011 y 2012 en la Central del Circ (Barcelona) y Adriantic/Antic Teatre (Barcelona), con escalas en México y en la Argentina. Su creación se basó en textos de Copi, Alessandro Baricco, Alejandra Pizarnik, Leonardo Cohen, Miguel Hernández y Roberto Bolaño. “Es una relación entre mi abuelo y yo, entre yo y el circo, entre mi abuelo y la muerte, entre yo y la vida, entre la vida y el azar”, ha dicho Albuerne, que se dedica al circo y al arte callejero desde hace casi dos décadas, y que reparte su trabajo entre España, la Argentina y México. Povnia (mañana a las 20.30), de Lila Monti, Virginia Martí y Guillermo Angelelli, cuenta con la doble dirección de los ex integrantes del Clú del Claun. Es un unipersonal y es la historia de Una, sobreviviente de la cadena de catástrofes acaecidas en Povnia, inmigrante involuntaria que desconoce el idioma y las reglas del lugar al que llega. A pesar de las calamidades que parecen azotarla continuamente, Una se repone siempre. Por otro lado, Cuerdo (lunes a las 21) es un circo minimalista y también teatro de objetos; se presentó en España, Italia, Francia, Dinamarca, Corea del Sur, Etiopía y Bélgica. Tiene elementos de circo, danza y manipulación de marionetas. Finalmente, el espectáculo de Tomi Soko, La ceremonia (hoy a las 21), es un unipersonal de malabares, manipulación de objetos y teatro, y reconstruye la poética de la política y el poder.
Las propuestas del Festival Internacional de Circo Independiente combinan, entonces, humor, acción, performance física en altura, material audiovisual, lenguaje corporal, acrobacias, plástica, texto, utilización de materiales variados (como cuerdas, mástiles, piquetas, redes, colchones y serrín). “Este festival es un paseo alrededor del circo y la vida, su filosofía, sus formas, el esfuerzo físico y las emociones”, invita la gacetilla. De algún modo, la propuesta se hace eco de la popularidad que se reforzó en esta disciplina a partir del Polo Circo y las sucesivas ediciones de festivales internacionales organizados por el gobierno porteño. “En Buenos Aires, el circo es bastante popular. Es difícil contestar por qué, supongo que es porque es un idioma bastante universal. Es más fácil de entender para todos. Creo que al público le gustan las técnicas y el virtuosismo”, analiza el productor, que nació en Cambridge, es “mitad italiano, mitad inglés”, y hace ocho años se instaló en Buenos Aires para dirigir el Galpón. Dice que quedó enamorado de la “efervescencia cultural” de esta ciudad.
Olcese estudió Historia e Historia del Teatro en la Universidad de Londres. Trabajó como asistente de dirección por años en los teatros Vidy, de Lousanne, y Chaillot, de París, con maestros de la escena internacional, como Benno Besson, Jerome Savary, Zadeck, y Robert Wilson. En 2008 fundó El Galpón de Guevara junto a Mariano Pagani. “Me enamoré del teatro de Buenos Aires. La mía es una elección de vida. Me gusta la libertad que tiene más allá de las dificultades económicas. Es único eso, no pasa en ningún otro lugar del mundo. Así que me vine con mi familia, mi mujer y mis hijos. Acá estamos contentos”, cuenta Olcese.
El Galpón de Guevara es un escenario especial para estas propuestas, porque está acondicionado especialmente para presentaciones de teatro físico, danza aérea y acrobacia y equipado con la tecnología para desarrollar esas actividades. En efecto, fue concebido para albergar este tipo de materiales. “El circo ha salido de las carpas por necesidad. En las ciudades es difícil hacer circo en una carpa. Un poco por necesidad y por sacarse de encima la idea del viejo circo, está hoy en espacios distintos. No obstante, la idea de la carpa sigue fascinando a los artistas, eso no terminó”, sostiene el productor. El teatro está ubicado en Guevara 326. Hay combos promocionales para quienes gusten asistir a más de una función.
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