Palabras para conejos se verá mañana en el teatro Mandril.

El Festival Efímero de Teatro Independiente (FETI), que se desarrolla hasta el sábado, persigue varios objetivos, entre ellos, “la búsqueda de nuevos espacios de intercambio entre el barrio y el teatro” y la invitación a los espectadores a construir una “opinión crítica” sobre los materiales que se les ofrecen, en el marco de debates. Obras de distintos puntos del país se presentan en diferentes sedes (la central es el Centro Cultural Archibrazo), siempre a la gorra. Además, la programación incluye talleres. Los organizadores, 15 artistas de diferentes disciplinas, en su mayoría actores, lo impulsaron en 2013, y defienden la horizontalidad como modo de gestión.

Esas son las características principales del FETI, que ya comenzó, el martes (y que en estos días ofreció espectáculos de Ecuador y Brasil). Se desarrolla también en Plaza Almagro, Galpón PiedrabuenArte, Club Cultural Matienzo y el Teatro Mandril. “Nuestro fin es plantear un acercamiento entre el teatro y la gente. Queremos hacer un festival que sea para y por ella. Poder ir a los barrios, salir a la calle y recuperar los espacios públicos”, dice a Página/12 Verónica Caminos, una de las organizadoras, actriz. Y también pone el acento en los debates, que son el eje de esta edición: “Nos interesa que los vecinos y los artistas reflexionen sobre lo que se acaba de ver”. Por este motivo, las obras que integran la programación son trabajos que permiten una discusión posterior respecto de diferentes temáticas.

Hoy, en el Club Cultural Matienzo (Pringles 1249), el público podrá disfrutar de Los hombres vuelven al monte (a las 19), con dirección de Fabián Díaz, que cruza dos historias: la de un hijo que busca en el monte a su padre desaparecido y la de un héroe de Malvinas que se convierte en bandido rural. A las 21 se presentará Atlético, de la compañía Lechón con rusa, obra que se sumerge en el mundo del deporte, explorando las pasiones que se despiertan en distintas disciplinas. Mañana, la propuesta se mudará al Teatro Mandril (Humberto 1º 2758), con Palabras para conejos, dirigida por Amalia Tercelán, que abrirá el telón a las 20. Se trata de una crónica performática que se modifica en cada edición según la coyuntura política. Desde Tandil, de la mano de la Compañía Murallón Teatro, llegará El Amateur (a las 22), la historia de un dúo de marginales que busca la gloria, en el deporte y en la danza.

El sábado 30, el FETI tendrá lugar en Plaza Almagro (Bulnes y Sarmiento), con juegos teatrales, actividades infantiles, intervenciones artísticas (a las 14) y la presentación de Como el caracol, obra de Necochea, con dirección de Hilario Vidal (a las 15). A las 16, los rosarinos de la compañía Kashimá mostrarán Leer para creer, espectáculo que narra el reencuentro de una niña de un pequeño pueblo con la magia de los libros. El cierre, a las 17.30 estará a cargo de Perotá Chingó.

Caminos resalta la horizontalidad del equipo de trabajo y el carácter autogestivo del evento, que este año cuenta con un subsidio de Proteatro. Aún en estas condiciones, sus impulsores tienen que trabajar duro para sostener el festival: organizan fiestas, rifas, piden colaboración a través de vaquitas virtuales. Todo por amor al teatro. Y a su “capacidad transformadora”.