La Galera Encantada es un espacio emblemático de teatro infantil en la ciudad de Buenos Aires. Lo crearon en 1978 Héctor Presa y Dora Sterman, y en 1996, después de muchos años de pasar de sala en sala, junto a la actriz y vestuarista Lali Lastra cumplieron el sueño de la sala propia. Por allí pasaron ya tres generaciones de espectadores, y ahora La Galera está cumpliendo 35 años. Para festejarlo, mañana desde las 14 La Galera saldrá a la calle. Habrá un escenario en la puerta del teatro donde se ofrecerán fragmentos de los espectáculos más reconocidos de la compañía. Podrá verse, por ejemplo, el súper premiado María Elena (foto), o las mejores escenas de Romance de trovadores, estrenado en 1979 y todavía en cartel. Como en toda fiesta, habrá otras sorpresas, todas en forma gratuita.

“En 1978 nos propusimos crear un grupo especializado en el teatro para chicos. Un equipo de trabajo que investigara acerca de las posibilidades de comunicación con los chicos desde un escenario. El juego dramático y la música como ejes fueron las respuestas que encontramos a esa búsqueda”, repasa Presa. En todos estos años, lograron una marca propia con una estética simple, sobre la que todavía siguen investigando y profundizando. La revisión numérica indica que desde 1978 por La Galera pasaron 148 espectáculos estrenados, unas 17.000 funciones realizadas, 350 actores que formaron parte de los distintos elencos, 12 escenógrafos, 12 vestuaristas, 15 asistentes de dirección, 14 técnicos, todos parte de un equipo que supo sostenerse a lo largo de estos años, aun en épocas en que la compañía deambulaba por diversas salas, incluida aquella que alquilaron durante diez años en Corrientes al 3600.

“La Galera nació en años de dictadura. Sin duda el primer momento clave de nuestra historia fue cuando, a meses de la llegada de la democracia, fuimos amenazados por crear espectáculos que cierta gente consideraba “subversivos”, como fue el caso de Yo así no juego más, en el Teatro San Martín”, continúa recordando Presa. “Nuestro mensaje llegaba y de una manera clara y contundente. Le decíamos no a la violencia y los violentos reaccionaban. En ese momento, gracias a Kive Staiff y su equipo, pudimos completar una temporada que quedará para siempre guardada en mi memoria.”

Ese mensaje sigue llegando de manera clara y contundente en los espectáculos que actualmente están en cartel, como las muy libres versiones de Hansel y Gretel o Los tres chanchitos, Operación Caperucita o Blancanieves y los ocho enanitos, o los homenajes María Elena y su continuación, María Elena 2, el último tranvía. Ha viajado también por el mundo, llegó hasta públicos tan diferentes como el de Okinawa. En el repaso de los numerosos premios recibidos, la compañía contabiliza “el constante apoyo del público, las escuelas y las familias que por tres generaciones han disfrutando de nuestros espectáculos”. La fiesta de cumpleaños de mañana será para ellos.