A fines de los ochenta el coreógrafo y maestro Oscar Araiz atravesaba un momento personal que dirigía su atención “al silencio, lo lejano, lo tranquilo”. “Padecía una especie de saturación profesional y social”, cuenta a Página/12. Creó Stelle como un “ejercicio de limpieza” para sí mismo. Pertenece a un tríptico enhebrado por el tema de la mirada en el cielo y alude a la lentitud aparente de las constelaciones. Con música de Brian Eno y vestuario de Renata Schussheim, Stelle se presenta esta noche y mañana en el Haroldo Conti, en el marco de los festejos por los siete años de este centro cultural que funciona en la ex ESMA. “Hacerla en el Conti, con formato de instalación o de intervención en el espacio, significa dejar abiertas las interpretaciones. Es lo que sucede siempre, en realidad. Pero en un contexto que está muy cargado de significado, sentido y emociones, la experiencia puede ser doblemente significativa”, analiza Araiz.

Stelle fue presentada originalmente por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, en 1989. En ese caso trabajaban nueve intérpretes y el formato era escénico (es decir, no era una instalación). Posteriormente la mostró el Finnish Ballet de Estocolmo. En el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires hubo una versión de 50 bailarines. También se realizó durante la noche en los jardines del Rosedal de Palermo. En esta oportunidad, casi 50 bailarines coparán la sala 1 del Conti y ofrecerán una “instalación viva”. “No me gusta poner rótulos –aclara Araiz–, pero no se trata de una representación escénica convencional. Las palabras que están de moda no me inspiran confianza, no me agradan. Esta es una acción.” En esta propuesta, los espectadores tienen el permiso de circular por el espacio, de atravesarlo. “Es un evento. Algo que sucede. Y que sucede no para los que lo representan por un lado y los que observan por otro. La observación se vuelve activa y en el contexto se unifica con la acción. Forman un solo fenómeno”, define.

Los casi 50 intérpretes que dirige en esta oportunidad pertenecen al Grupo de Danza de la Universidad Nacional de San Martín y otros son estudiantes de la orientación de danza de la Licenciatura de Artes Escénicas del Instituto Mauricio Kagel, de la misma casa de estudios. Araiz dice que Stelle es “una marcha muy lenta, como una meditación, un trabajo sobre la lentitud que es parecido al movimiento del tai chi”. “No ha cambiado sustancialmente con respecto al momento en que surgió. Yo soy otro, seguramente. El trabajo es otro, porque cada vez lo es: depende de los intérpretes y de las circunstancias, que condicionan su sentido. Vamos a ver qué es lo que significa ahora. Cuando la creé, no me di cuenta de que en ese momento había circunstancias sociales que estaban pidiendo lo mismo. Me di cuenta después. Por eso no sé la resonancia que puede haber en la actualidad. La vamos a saber después”, concluye.

La entrada para Stelle es gratuita; la capacidad de la sala, limitada. Se pueden retirar dos localidades por persona con una hora de anticipación. Hoy la función es a las 20 y mañana a las 21, en Avenida del Libertador 8151.