La danza independiente comenzó el año con propuestas valiosas. A Verba, Encuentro de Danza Emergente que acaba de encender sus motores, se suma el Festival Internacional de Danza Emergente de Buenos Aires (Fideba), cuya primera etapa se extenderá desde hoy hasta el próximo sábado con entrada libre y gratuita. Es una iniciativa nacida a puro esfuerzo y compromiso desde sus comienzos, cuando el embrión de lo que es hoy el festival –con obras nacionales y extranjeras, ámbitos de formación y encuentro– se realizaba muy cerca de Café Müller, el espacio de la calle Lavalleja convertido en uno de los referentes de la danza contemporánea experimental. Era entonces una movida callejera con aires de kermesse. El año pasado, el Fideba tuvo su primera edición en un formato que permitió otra visibilidad y circulación al desarrollarse en salas y, este año, esa intención se afianza aún más. Los responsables son artistas de danza y gestores culturales independientes, con un afán de trabajo en red, de cooperación y de potenciar los vínculos y los modos de producción entre ellos y con colegas de países latinoamericanos.

“Este año obtuvimos un subsidio de Iberescena, que aún no cobramos porque falta que Argentina pague la cuota que le permite participar. Esperamos que en cuanto lo haga, podamos recibir la plata porque esta edición es larga y se divide en tres etapas. Queremos hacer un festival con una buena programación, que no se superpongan las actividades”, cuenta a Página/12 Jimena García Blaya. Ella es bailarina, coreógrafa y docente de 35 años, una de las gestoras de Café Müller y directora artística del festival, con una formación muy inclinada a las escuelas europeas y norteamericanas. Hace varios años, comenzó a interesarse por la danza de América latina. Se encontró con una calidad asombrosa y con dificultades parecidas a las locales. “Me interesa la vinculación con la danza latinoamericana porque no sabía nada de lo que se hacía en la región. Cuando viajé al Festival Internacional de Danza Contemporánea de Uruguay, descubrí un movimiento increíble. Conocí muchas gente con la que seguimos trabajando y, en esta primera etapa, traemos tres espectáculos de ese país”, agrega la curadora de la sección internacional. Del otro lado del Río de La Plata llegarán Posible reproductivo (el 23 de febrero a las 21 en Timbre 4), Llévame al lugar donde estuvimos antes (el 24 a las 21 en Café Müller) y Desde (el 26 a las 21 también en Café Müller). Tres propuestas definidas por García Blaya como “conceptuales, experimentales y de gran calidad en investigación y producción”. Todos los espectáculos del festival son con entrada libre y gratuita hasta agotar la capacidad de la sala, lo que refleja el espíritu de una movida que apunta, por sobre todo, a conectar a los creadores entre sí y con la comunidad para viralizar y estimular al máximo los puentes entre artistas, proyectos y búsquedas.

La programación nacional surgió de una convocatoria abierta. La selección estuvo a cargo del chileno Iván Sánchez, director del Festival Danzalbordeuno de Valparaiso; Yerutí García, del Festival El Borde de Rosario; y García Blaya. Eligieron Lobo, te amo, de Ayelén Clavin (hoy a las 21 en Café Müller) y Lo que queda, de Paz Ladrón de Guevara (mañana a las 21 en la misma sala) para la primera etapa. También se presentará el proyecto Bocetados, “la columna vertebral del Fideba en relación a las residencias”. Además, habrá dos talleres gratuitos dictados por Natalia Tencer, la presentación de un libro sobre danza uruguaya y un documental de origen chileno.

La segunda etapa del Fideba será del 24 de abril al 1º de mayo, también en Buenos Aires, con nuevas obras extranjeras y nacionales, espacios de intercambio, encuentro y experimentación. La tercera etapa se desarrollará en Merlo, San Luis, del 20 al 25 de septiembre. La programación de las tres etapas puede consultarse en https://fi deba.wordpress.com/