Hoy arranca la quinta edición del Campeonato de Baile de Tango, el evento que reúne a milongueros y milongueras de todo el mundo alrededor de un título que cotiza en alza: el de campeón mundial de un género que hoy por hoy despierta fanatismo en todo el globo. Concursando, como siempre, en las categorías Tango Salón y Tango de Escenario, las 479 parejas inscriptas comenzarán a medir sus pasos hoy y seguirán rindiendo examen durante diez días, hasta llegar a las finales de los próximos sábado 25 y domingo 26. Mientras los corrillos políticos de las áreas de Cultura prenuncian todo tipo de escenarios políticos a futuro, los responsables del campeonato –y del Festival de Tango, que en febrero próximo cumpliría su décima edición– aseguran que trabajan con total normalidad, y con el mismo presupuesto asignado.

El campeonato fue uno de los principales eventos con que la gestión saliente buscó imprimir un sello cultural particular a la ciudad. Y el hecho de que haya crecido año a año en cantidad de asistentes y participantes (más allá de cuánto puedan inflar las cifras que se envían a los medios) y de que se hayan ido perfeccionado aspectos técnicos y de funcionamiento son datos que los organizadores manejan como puntos a favor. Además de la condición de “festival de festivales” de un evento dedicado al tango en la ciudad de Buenos Aires (ver aparte).

La principal innovación de esta edición es la adquisición de una pista lo suficientemente “blanda” para que los bailarines la pisen sin problemas. Hecha de melamina texturada, la nueva pista pasó por el control de calidad de una pareja de bailarines profesionales, que la testearon y aprobaron. Otras mejoras técnicas –que sólo apreciarán los bailarines participantes– tienen que ver con el perfeccionamiento del reglamento –que marca estrictas normas de lo que sí y lo que no se puede hacer en cada categoría–, de las formas de votación y cantidad de jurados, entre otros aspectos que apuntan a facilitar el recorrido de los participantes, desde que se inscriben por Internet hasta que llegan a cada ronda clasificatoria.

En el inicio de hoy, se elegirá a los ganadores del Campeonato Metropolitano de Baile de Tango (con participantes únicamente porteños), que recibirán 4 mil y 3 mil pesos, respectivamente, en las categorías Tango y Milonga, además de pasar directamente a la final del campeonato mundial. Desde entonces, durante diez días y diez noches, en el predio ferial de la Rural (Av. Santa Fe y Av. Sarmiento, frente a Plaza Italia) habrá clases temáticas, música en vivo, exhibiciones relacionadas con el tango y una feria de productos donde el género se vende en sus más variadas formas, además de la gran competencia milonguera.

La grilla de la programación incluye clases gratuitas para principiantes, dictadas por profesores como María Nieves, Mora Godoy, Juan Carlos Copes y Milena Plebs. Y también reportajes públicos coordinados por Gabriel Soria, en los que estos “maestros” darán cuenta de su trayectoria.

Entre los conciertos programados estarán los de El Caburé, la Orquesta Escuela de Tango dirigida por Néstor Marconi, la Orquesta de Tango de la Ciudad, Fervor de Buenos Aires, la Orquesta Típica Víctor Lavallén, Alfredo Piro, El Cardenal Domínguez y Walter “Chino” Laborde cantando con el Cuarteto El Catenacho. Probablemente poco de todo interese a las 479 parejas de 154 ciudades del mundo que se anotaron en esta edición. El foco de la competencia está puesto en el título de campeones, que significa un premio en efectivo de siete mil pesos en cada categoría. Pero, sobre todo, una puerta que se abre en el mundo del tango, que, como se sabe, es cada vez más grande.