La intención era reunir firmas que apoyasen sus distintas luchas, pero las carpas que Greenpeace, Amnistía Internacional y The One Campaign (una ONG contra el VIH-Sida) habían montado en derredor del estadio donde tocaría U2 en Moscú fueron desmanteladas y varios de sus militantes detenidos por la policía local. Menuda sorpresa se llevaron, ya que habían sido autorizados previamente por los organizadores del concierto que el grupo irlandés compartió con el solista Yuri Chevchuk, miembro del grupo DDT, conocido por su férrea posición anti-Kremlin. “Se les explicó que los conciertos y las acciones políticas son dos cosas diferentes”, indicó la policía rusa, con su conocido olfato policial, además de negar las detenciones.