El cineasta Abbas Kiarostami, fallecido a los 76 años en un hospital de París, fue recordado ayer con homenajes en Francia y en su país, Irán. Varios cineastas iraníes partieron desde Teherán con destino a la capital francesa con el objetivo de acompañar a la familia del director y para ayudarla a hacer los trámites necesarios para la repatriación de su cuerpo. Anoche, los espectadores de los cines de todo el país asiático hicieron un minuto de silencio y rezaron por el alma del ganador de la Palma de Oro de Cannes en 1997 por El sabor de la cereza. En Francia, el presidente François Hollande elogió en un comunicado al “inmenso artista” cuyas películas “cuentan y piensan el mundo” y “han marcado profundamente la historia del cine”.