Michael Moore adelgazó 13 kilos tras concluir su última película, Sicko, que indaga en el sistema sanitario de los Estados Unidos. Ahora el documentalista norteamericano da al menos 10 mil pasos por día e ingiere productos integrales en lugar de pan blanco. “Contraté a un entrenador y por las mañanas sólo como cereales”, señaló el director de Bowling for Colombine, de 53 años. Desde que cambió sus hábitos alimentarios y de ejercicio físico, sus niveles de azúcar en sangre, presión arterial y colesterol están en registros normales. “Ahora, cuando vengo a casa en Michigan, soy uno de los tipos flacos”, bromeó Moore, que confesó haberse asustado por su salud después de filmar su última película.