El cantante y guitarrista de Kiss, Paul Stanley, debió abandonar una actuación en San Jacinto, California, por problemas cardíacos. Stanley, de 55 años, reconoció en una carta a sus fans que los paramédicos fueron llamados para estabilizar su ritmo cardíaco poco antes de empezar un show. “Luego de consultas con los paramédicos y el cardiólogo del (hospital) Cedar Sinai, se confirmaron mis peores temores. Dijeron que me pondría en riesgo si intentaba hacer el espectáculo”, dijo el músico. El otro líder de la banda, Gene Simmons, consultó al público sobre la conveniencia o no de tocar de todos modos, sin Paul. Los fans dijeron que sí: el show se convirtió, entonces, en un tributo a Stanley.