Como hemos dicho tantas veces, el nuestro es un gobierno reparador. En ocasiones, con sólo volver a poner las cosas en donde deberían estar, se avanza muchísimo. Tal ha sido, lo sabemos, el retroceso de derechos que los argentinos vivimos con dolor en años no tan lejanos. Recomponer derechos cercenados, como estos Premios Nacionales para nuestros mejores artistas, es un paso que tiene larga tradición en nuestra historia, pero que, dado con la firmeza con que estamos avanzando ahora, en un mundo que colapsa, que se cae atado a viejos paradigmas, nos genera enorme satisfacción y orgullo.

Este es el gobierno de la inclusión, de la ampliación de la frontera de los derechos. A veces, la meta es recomponer la frontera allí donde nos habían hecho correr los límites a la fuerza, como con las paritarias en el mundo del trabajo o con los feriados de Carnaval, que volvieron a poner los festejos y la alegría popular en el centro de la vida social. Otras veces, los nuevos derechos adquiridos por los argentinos nos colocan a la vanguardia de Latinoamérica, como en el caso de la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La reanudación de los Premios Nacionales mantiene el mismo sentido: el de un Estado que reasume las tareas que le son propias y que jamás debió abandonar para cumplir los mandatos que las corporaciones locales y los poderes extranjeros le imponían. El espíritu que nos anima es el de retomar estos Premios Nacionales para sostenerlos en el tiempo, porque creemos que las buenas ideas, si tienen continuidad, son mejores aún. La cultura genera trabajo y produce conciencia, dos elementos vitales para hacer grande un país. Esto es lo que entendemos al relanzar los Premios Nacionales, un reconocimiento a nuestra soberanía artística y una invitación a todos los creadores, escritores, compositores e intelectuales a que sigan produciendo, diciéndoles con hechos, no con palabras, que ahora tienen un Estado que, apoyándolos, les facilita la tarea y los acompaña.

* Secretario de Cultura de la Nación.