Lunes, 2 de abril de 2012 | Hoy
CULTURA › EL PREMICA DEL NORESTE ARGENTINO, UN ENCUENTRO QUE DEJó SUS FRUTOS
El ciclo organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación abrió un cronograma que continuará por todo el país, preparando el terreno para el MICA 2013. El saldo dejó 800 rondas de negocios, un puñado de intervenciones artísticas y más de un pensamiento.
Por Eduardo Fabregat
Desde Formosa
Es el atardecer del Día D, y el Predio Ferial Vuelta Fermosa se acerca al punto de ebullición. El amplísimo espacio abierto situado junto a la costanera del Río Paraguay concentra una selección variopinta de asistentes que va de funcionarios bien trajeados a performers de vestuario colorido, pasando por todas las posibilidades intermedias. De pronto irrumpe la Banda de la Policía de Formosa, se ubica detrás de un tablado situado junto a la sala de exposiciones principal y, tras un par de marchitas típicas, empieza a tocar “Carnaval toda la vida”, de Los Fabulosos Cadillacs. No es la versión más inspirada ni fiestera que se haya escuchado, y el director mueve su batuta de modo más bien burocrático: la imagen de los muchachos de azul entrándole a una de las canciones insignia de El León produce un impacto casi físico. Alguien sugiere continuar en esa vena con “La marca de la gorra” de los Decadentes, pero en voz baja por las dudas. Más allá, con la impresión por semejante combo apreciable aun debajo del maquillaje, una troupe de clowns contraataca con un arranque de percusión murguera y una rutina cómica. Otro grupo de pibes organiza una cadena coreográfica en la que van congelándose en diferentes cuadros, y con una leve, festiva, orden, cambian todos de posición. En el salón principal, un diseñador de videojuegos muestra el Macumba, tan sencillo como adictivo. Cerca de la entrada al predio, en el estudio móvil van por la tercera toma del cuarto grupo del día. Y todas esas posibilidades, esas facetas y esas tensiones ayudan a explicar de qué va algo llamado MICA.
Este fin de semana, la capital formoseña fue el escenario elegido por la Secretaría de Cultura de la Nación para dar el puntapié inicial de los PreMICA, una serie de encuentros regionales que irán preparando el terreno y los participantes para el segundo Mercado de Industrias Culturales que tendrá lugar en Buenos Aires en 2013. Las estaciones seguirán por el NOA (en mayo en Tucumán), Centro (junio, Córdoba), región Metropolitana (agosto, La Plata), Cuyo (septiembre, San Juan) y Patagonia (octubre, Bariloche), y lo sucedido en Formosa permite avizorar un buen recorrido: al cabo de tres días, se verificaron 800 rondas de negocios protagonizadas por 380 productores argentinos y 8 compradores internacionales, y más de 8 mil visitantes recorrieron el predio dividido en las áreas de Artes Escénicas, Audiovisual, Editorial, Música, Diseño y Videojuegos. Esas cifras ayudan a derribar el prejuicio de que la cultura no puede ser negocio, o que para ser negocio debe ajustarse a ciertas condiciones que a veces se dan de patadas con la libertad artística. Pero quizá el valor más apreciable del MICA no tiene que ver tanto con eso sino con la labor de visibilización que le da a infinidad de creaciones y producciones culturales que, por aquello de que “Dios atiende en Buenos Aires”, suelen quedar fuera de los focos.
Lo que no significa dejarse llevar por el romanticismo idealizado. La casualidad quiso que en el mismo fin de semana del PreMICA NEA llegaran a Formosa las figuras de Soñando por cantar, para hacer subir al escenario del Polideportivo del Cincuentenario a gente común de la capital. Eso obligó a que las actividades nocturnas en el Vuelta Fermosa debieran acomodarse a la expectativa de toda la ciudad por lo que Valeria Lynch o Marcelo Polino tuvieran para decir de los talentos locales, e incluso debió suspenderse el concierto de la primera noche, demostrando que frente a los monstruos del rating no hay diversidad cultural ni buenas intenciones que valgan. “Yo no tengo ningún problema con Marcelo Tinelli, creo que el entretenimiento también es bueno”, señaló el sábado el secretario de Cultura, Jorge Coscia, en un encuentro con la prensa. “Quizá me gustaría que además de buenas entonaciones hubiera habido un repertorio más relacionado con otras cosas, pero de cualquier manera no voy a negar que eso exista. Sí reclamo otro lugar, y por eso el Cuarto Congreso Argentino de Cultura que se va a realizar en Chaco va a tener como tema principal la soberanía cultural: en un año en que el tema de la soberanía está tan presente por el aniversario de Malvinas, creemos necesario debatir también la cuestión de nuestra soberanía cultural, como otra manera de continuar el proceso de inclusión social.”
Por lo pronto, el contexto del MICA habilita a debates, intercambios y chequeo de intereses comunes. En la charla que sirvió como lanzamiento de la Escuela de Oficios para programadores de televisión, los productores Rodolfo Hermida y Claudio Villarruel pusieron en contexto los desafíos que implica la explosión de nuevos canales de comunicación y el campo fértil que significa la Televisión Digital Abierta. “Me siento un privilegiado de estar viviendo este cambio, este acceso de las voces que fueron acalladas”, dijo el ex director artístico de Telefé, hoy embarcado en la experiencia del canal 360 TV. “Hoy el gran desafío de la televisión abierta es retener al espectador que migra hacia el cable.” Para Hermida, histórico realizador del medio local, la etapa abierta por la TDA supone “revisar toda la teoría de medios, repensarlo todo... Godard dijo ‘el cine es arte, la televisión es cultura’, y yo me permito continuar ese concepto y decir que el cine es un espejo del pueblo y la televisión es una ventana hacia el pueblo. Tenemos que buscar nuevos modelos, y buscar que sean sostenibles, que no tengamos que depender siempre del dinero del Estado. Refundar el concepto de televisión”.
Los cambios de paradigma también le dieron cuerpo a la charla que dio el italiano Francesco Menna, asesor internacional del presidente de la Región Puglia (lo que sería “el taco de la bota” italiana). Antes de su conferencia sobre el desarrollo regional de las industrias culturales, el funcionario napolitano compartió una cena informal con Rodolfo Hamawi –director nacional de Industrias Culturales– y Página/12. Allí contó que, a diferencia de lo que podría suponerse, en su región la crisis está produciendo una mayor inversión en cultura, antes que recortes: “Es una industria limpia, que genera empleo y una ganancia que se sostiene en el tiempo”, señaló. “En estos momentos, Europa necesita esta clase de recursos para ir encontrando salidas al momento que vive. Italia en particular tiene un problema creciente de desempleo, sobre todo en sectores jóvenes, que puede paliarse algo con una reactivación cultural.” Resultó una mirada refrescante en medio de tanto pragmatismo de salvatajes económicos signados por el ajuste. Y encontró su coincidencia en el balance que haría Hamawi el sábado por la noche, cuando anunció la formalización de la Primera Red de Productores Musicales del NEA (el 8 de mayo en Chaco) e informó que “todos los sectores que participaron del PreMICA NEA llegaron a cerrar acuerdos comerciales: es el puntapié inicial para que la región pueda seguir sosteniendo las industrias culturales y potenciando cada una de las seis áreas que intervinieron”.
“No puede haber vida cultural si el país no funciona. Cuando este proyecto político inició su recorrido en 2003, el país era un enfermo muy lastimado, tirado en el piso, y hubo que realizar una tarea de recuperación, que saliera de terapia intensiva y pasara a intermedia, que finalmente volviera a caminar”, sostuvo Coscia en el desayuno con los periodistas. “Una vez que nos ponemos en marcha, generando condiciones para el trabajo, la educación, la salud y la vivienda, este modelo no puede sostenerse ni proyectarse hacia adelante si no se desarrolla una vocación en el campo del pensamiento, las ideas y el arte y si no se invierte tiempo y recursos en fomentar las industrias culturales.”
No todo son palabras y conceptos sobre la gestión de diferentes expresiones y producciones artísticas. En otras esferas del Mercado de Industrias Culturales se va al acto, poniendo en hechos ese intento de hacer visible lo que sucede más allá de la General Paz. En el Estudio MICA, el músico y productor Fer Isella y el ingeniero de sonido, masterizador y productor Andrés Mayo ocuparon el fin de semana en registrar las performances de un amplio abanico de artistas, que podía ir de una formación más bien clásica de guitarra, bajo y batería a combinaciones como las de un cuarteto de jazz que reemplazaba batería por cajón, o un trío de acordeón, stick y batería. La combinación de la excelencia de un estudio profesional con lo urgente y repentino de lo que no podrá tener más de dos o tres tomas dio resultados en los que la falta de red se tradujo en riesgo. Y el riesgo, se sabe, suele dejar mejores resultados que la inercia.
En la carpa del Instituto Nacional del Teatro, en tanto, se aprovechó la fecunda labor que el INT realiza a través de los festivales regionales para dar cuenta de la actualidad de los grupos teatrales en Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones. El Teatro Italia dio el espacio necesario para una serie de charlas sobre producción, gestión y comercialización, pero también para showcases y puestas en escena de varios grupos de la región. En la noche de cierre, el desfile por el escenario principal del predio permitió una síntesis entre diseño de indumentaria, música y danza: con los representantes del concurso de canto ya de regreso en la Capital, los formoseños se volcaron a la costanera y pusieron el marco necesario. Final de fiesta, entonces, para un encuentro que no se quedó en declamaciones de cuán importante es la cultura, sino que intentó darle un impulso que demuestre a artistas de todo el país que las fronteras se han diluido, y ya no es obligatorio poner el foco en Buenos Aires para que la creación también sea trabajo.
A esa fiesta de cierre faltó The Police. Una lástima.
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