Domingo, 2 de diciembre de 2012 | Hoy
CULTURA › EL PREMIO NUEVA NOVELA DE PáGINA/12 YA TIENE SUS DIEZ FINALISTAS
La segunda edición del premio literario que organiza este diario atrajo a casi mil aspirantes: la multitud de registros y estéticas llevó a que se instauren dos menciones especiales. El 12 de diciembre, en el Teatro Cervantes, se conocerá el título ganador.
Por Liliana Viola
Las diez finalistas del Premio Nueva Novela ya están seleccionadas, se hacen públicas a partir de hoy, y el 12 de diciembre, a las 19 y durante una celebración en el Teatro Cervantes, se conocerá cuál es la ganadora y qué otras dos resultaron distinguidas. Aunque las bases, idénticas a las de la convocatoria anterior, suponían un premio único, la variedad de estilos, de temas y de voces, la diferencia de procedimientos, puntos de vista y maneras de entender el hecho literario que vuelven tan heterogénea a esta selección de diez, impuso ampliar la lista de las señaladas. Es que aunque el jurado llegara por unanimidad a elegir la ganadora, seguiría resultando algo injusto, o por lo pronto mezquino, no mencionar dos más que cuenten con méritos especiales.
Esta primera selección ya es una gran noticia para quienes figuran nombrados aquí con sus seudónimos: la divulgación de una lista de diez sobre una cantidad inaudita de manuscritos que llegaron esta vez casi a los mil, batiendo no sólo records de otros concursos, sino de la propia imaginación y expectativas de cualquiera, significa sin dudas una señal de luz tanto para lectores como para editores, quienes ya en el premio anterior estuvieron muy atentos: casi la totalidad de las finalistas de 2007 encontró una editorial dispuesta a publicarla. Si bien las dos menciones no cuentan con una retribución económica (el Primer Premio consiste en 50 mil pesos y la publicación de la obra), se llevan el honor de haber resultado favoritas para un jurado que no sólo es protagonista de la literatura actual sino que se destaca por su lucidez crítica y lectora. Además, se llevan en sus manos una obra original realizada en madera especialmente para ese acontecimiento por el artista Adolfo Nigro.
Este premio, que se inició como un modo de celebrar los 20 años del diario, y que ahora acompaña la celebración de sus 25, cuenta nuevamente con el auspicio del Banco Provincia y con el jurado de escritores y periodistas más heterogéneo, intenso y prestigioso al que cualquiera que apunte a un concurso para su ingreso o su confirmación en el campo literario pudiera aspirar: Juan Boido, María Moreno, Alan Pauls, Juan Forn, Guillermo Saccomanno, Sandra Russo, Juan Sasturain y la ganadora anterior, Aurora Venturini, están leyendo las obras seleccionadas por el jurado de preselección. Darán su veredicto y se abrirán los sobres ante escribano público en el transcurso de esta semana, pocos días antes de comunicarlo a los interesados y al público durante el acto oficial.
Transcurrieron ya cinco años de aquel día en que el jurado del Premio Nueva Novela abría el sobre de la obra ganadora y se encontraba con Venturini, autora de Las primas (novela que al poco tiempo fue traducida al francés, al italiano y adquirida por el sello Mondadori, junto con otras obras de quien hasta entonces era una completa e injustamente desconocida, que había publicado sus obras en editoriales pequeñas y por su propio bolsillo). Un texto extraño, desalineado respecto de las leyes del mercado y hasta de lo literariamente correcto, que había sorprendido al jurado de preselección, luego al oficial y hoy lo sigue haciendo con nuevos lectores. La expectativa sobre la nueva promesa está a la alturas de aquel hallazgo. Claro que muchos han entendido como literal y obligatorio el estado de extrañamiento de Las primas y así, como nota de color y estupor, vale señalar la cantidad de emuladores que han propuesto esta vez familias disfuncionales, parentofágicas, bordeando el grotesco, el mal olor y la denuncia social, que no parecen sospechar que tal vez la literatura no es cuestión de fórmulas mágicas que se repiten. O sí, pero muy mágicas.
Seguramente la categoría del jurado, la transparencia y el hallazgo de Las primas estuvieron entre las razones para la impresionante cantidad de novelas recibidas, una cifra que casi triplica el promedio acusado por otros también prestigiosos concursos locales e internacionales de habla hispana durante este año. El número está conformado principalmente por obras que llegan de casi todas las provincias, entre las que se destacan Santa Fe, Neuquén, Córdoba y Mendoza con más de doscientos manuscritos; otro tanto llegó desde España, y completan la mayoría las que vinieron por correo desde diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires.
El jurado de preselección, integrado por quien escribe, Mariana Enriquez, Claudio Zeiger y Marisa Avigliano, se tentó a lo largo de estos meses de lectura con formular hipótesis sobre el curso del pensamiento literario actual, el rumbo de los intereses y lenguajes o al menos del sentido común de quienes se lanzan a la escritura. Si bien el corpus no admite generalizar, vale compartir aquí que los temas respecto de cinco años atrás han variado bastante y pueden agruparse en focos de interés bien definidos. Esta vez una de las estrellas es la experiencia íntima y los efectos de la crisis de 2001, los relatos sobre el exilio interno y sobre todo el calvario transcurrido en una España que no recibió como se soñaba, la queja y la deriva. Como dice Zeiger, aparece el sello de “jóvenes educados sentimentalmente bajo la crisis y también los acontecimientos y el lenguaje de una nueva marginalidad”. El “caso argentino”, entendido sobre todo en clave de los años ’70, la alusión a los desaparecidos y sus hijos apropiados, así como a la Guerra de Malvinas, parece ser una preocupación que los textos sienten necesario saldar en términos propios. Si lo hacen acudiendo al realismo, la mayoría de las veces apelando a una investigación cuasi periodística y marcadamente ideologizada, también se destaca el atajo de lo extraño y del coqueteo con lo inverosímil. Las ficciones con impronta histórica abundaron y se lanzaron a revisitar figuras nacionales que van de Moreno a Perón, con datos delirantes y también con investigaciones muy pormenorizadas. Figuras mediáticas o personalidades de la actualidad que van desde una estrella de rock hasta la propia Presidenta fueron sometidas a biografías apócrifas. Las cuestiones de la agenda periodística de estos últimos años reaparecen en intentos de esclarecimiento, casos dudosos o irresueltos como el accidente de los Pomar o casos puntuales de mujeres víctimas de violencia de género; el fantasma de la inseguridad encuentra en muchos aspirantes a hacer justicia con propia pluma. El policial también estuvo entre los favoritos y, como destaca Avigliano, lejos de inscribirse en las diversas tradiciones del género se inspira en escenas y viñetas de películas y series de televisión. Menos lectores y más consumidores de medios audiovisuales se lanzan a intervenir en literatura contando escenas como quien prepara el script.
Las diez finalistas no escapan a la generalidad de asuntos y preocupaciones que ocuparon a la mayoría, pero se destacan porque consiguen encontrar formas más sutiles y originales de enfrentarse a la palabra propia, a la crisis, e incluso a un acecho de violencia y desconfianza que los medios resumen con la palabra inseguridad. Por sobre todo, muchos de estos finalistas entablan un juego particular con el lenguaje escrito, con lo que se calla y con las piezas literarias disponibles. Ahora sólo queda esperar unos pocos días para saber, entre todos los que han participado en este juego, quién nos ganó, quién ganó.
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