CULTURA › SE OFICIALIZó LA FUSIóN DE RANDOM HOUSE Y PENGUIN
El primer anuncio fue en octubre de 2012, y ayer se realizó la comunicación oficial: con un 25 por ciento del mercado y varios autores de primera línea, la nueva compañía buscará adecuarse a un escenario de alto crecimiento del e-book y su principal proveedor, Amazon.
› Por Gideon Spanier *
Markus Dohle, jefe ejecutivo del nuevo gigante de la publicación de libros Penguin Random House, no ahorró en superlativos cuando ayer le escribió al equipo anunciando la fusión de las dos augustas firmas. “Mientras iniciamos este nuevo capítulo en nuestra historia, estoy en la posición realmente privilegiada de poder anunciar un equipo de tal profundidad y amplitud de experiencia, apuntalado por la pasión por nuestra industria, nuestros autores y los libros que publicamos”, abundó Dohle antes de anunciar un nuevo consejo de directores.
El mensaje del ejecutivo buscó reafirmarle al equipo que la fusión entre Random House, parte del gigante de los medios alemán Bertelsmann, y Penguin, administrado por el gigante de la educación británico Pearson, será amigable y justa. Bertelsmann tiene cinco asientos en la mesa directiva y Penguin tiene cuatro, un reflejo de sus correspondientes participaciones accionarias, del 53 y 47 por ciento, respectivamente. John Makinson, anterior jefe ejecutivo de Penguin, fue nombrado presidente junto a Dohle. La compañía ampliada publica 15 mil títulos anuales, y el año pasado alcanzó los 2600 millones de libras en ventas globales, generando un beneficio de 346 millones. La fusión reúne a autores como Zadie Smith, Will Self y Jamie Oliver de Penguin; y Dan Brown, Nicholson Baker y El James, autor de Cincuenta sombras de Grey, por el lado de Random House.
Pero la realidad es que las fusiones rara vez son indoloras. No todos pueden mantener sus trabajos, aun cuando Penguin Random House insiste en que en su agenda no figura ningún recorte entre sus diez mil empleados. Un cambio notable que emergió ayer es que la veterana jefa de la oficina británica de Random House, Dame Gail Rebuck, se alejará del funcionamiento de las operaciones diarias de la compañía. Tom Weldon, jefe ejecutivo de Gran Bretaña en Penguin, se convertirá ahora en el jefe ejecutivo del ampliado grupo británico. Dame Gail, una de las figuras más respetadas del mundo editorial de las islas, seguirá teniendo un asiento en la mesa directiva de Penguin Random House, representando a la oficina británica, y mantendrá también su lugar en el comité de management del grupo Bertelsmann. La compañía está poniendo especial cuidado en remarcar que ella seguirá supervisando el negocio del Reino Unido, y que “continuará trabajando de cerca con los muchos autores que ha impulsado y sostenido a través de sus carreras, además de seguir atrayendo nuevos talentos”. Buscar la tranquilidad de los autores es particularmente importante: Penguin Random House quiere evitar defecciones de autores de grandes nombres.
En otro cambio simbólico, el cuartel general de Penguin ya no estará en Inglaterra, lo que corta un vínculo que retrocede hasta la creación de la celebrada imprenta de libros de bolsillo de Allen Lane en 1935. Todo el grupo estará ahora basado en Nueva York, actual hogar de Random House. Allegados a la empresa apuntan que Penguin ya tiene una presencia masiva en Estados Unidos, y que Makinson pasó buena parte del año pasado allí, con lo que los conocedores del ritmo interno de la compañía mantienen que no hará una gran diferencia. Aun así, la impresión es que Random House y Dohle están en el asiento de la conducción de esta unión de empresas: sirve como ejemplo el paso al costado como jefe ejecutivo de Penguin Estados Unidos de David Shanks, que ahora servirá como “asesor ejecutivo senior”.
La lógica de la fusión es clara. La publicación impresa se encuentra bajo un cambio estructural, gracias al ascenso de los e-books y el monstruo online Amazon. En este contexto tiene sentido que las editoriales se unan. Penguin Random House tendrá el 25 por ciento del mercado, con lo que no asombra que los mercados de América, Nueva Zelanda, Australia, Europa, Canadá, Sudáfrica y China estén felices de que se concrete, tras el primer acuerdo de octubre de 2012. Pero no resulta tan aventurado suponer que Dohle finalmente empuñará el hacha para mejorar los márgenes de rendimiento, aunque la compañía insiste en que el nuevo equipo combinado de management quiere tomarse su tiempo para tomarle el pulso al negocio. Según el panorama, el próximo capítulo de la industria del libro bien puede ser un thriller de alta tensión, antes que un alegre cuento de hadas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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