Martes, 14 de enero de 2014 | Hoy
CULTURA › BREVE HISTORIA Y SITUACIóN ACTUAL DEL PARQUE DE LA MEMORIA
Hace unos días, la Subsecretaría de Derechos Humanos del gobierno porteño anunció que no actualizará los sueldos de 27 especialistas que trabajan en el Parque de la Memoria: se teme el vaciamiento del lugar.
Por Florencia Battiti *
Precursor entre los espacios de memoria que conciben el arte contemporáneo como eje fundamental de sus políticas, el Parque de la Memoria desarrolla una programación artístico-educativa que pone el acento en la reflexión crítica sobre el terrorismo de Estado y las marcas que la violencia política imprimió sobre el cuerpo social de argentinos y latinoamericanos. Creado a fines de los años 90 en el ámbito del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por iniciativa de un grupo de organismos de derechos humanos, alberga el Monumento a las Víctimas del terrorismo de Estado, el cual lleva inscriptos los nombres de las personas desaparecidas y asesinadas entre 1969 y 1983. Este espacio –ubicado estratégica y simbólicamente junto al Río de la Plata, tumba anónima de miles de víctimas de la violencia de Estado– es la única institución de la Ciudad que cuenta con un Centro de Documentación y una Base de Datos de consulta pública que brinda información acerca de cada uno de los individuos incluidos en el monumento.
El conjunto de ocho esculturas de gran formato de artistas argentinos y extranjeros –Dennis Oppenheim, William Tucker, Roberto Aizenberg, Grupo de Arte Callejero, Nicolás Guagnini, Claudia Fontes, Marie Orensanz y Norberto Gómez–, que se han ido emplazando en el transcurso de los últimos doce años, hacen del Parque de la Memoria un espacio público singular por su combinación de monumento, arte, paisaje y río.
Tanto el monumento como la Base de Datos y el grupo de esculturas constituyen lo que podríamos llamar el “patrimonio tangible” del Parque de la Memoria. Pero sabemos que este acervo, valioso en términos materiales y simbólicos, precisa ser activado por medio de acciones y actividades que apunten a generar pensamiento, sensibilidad y reflexión en los miles de visitantes de todas las edades y procedencias que concurren a las exposiciones, visitas guiadas, seminarios, charlas, talleres y conferencias que esta institución ofrece como parte de su programación.
Así, desde una perspectiva crítica sobre el pasado reciente, e intentando mantener una agenda atenta a las problemáticas vinculadas con los derechos humanos en la actualidad, Nora Hochbaum, directora general, y quien escribe estas líneas diseñan la programación de exposiciones de artes visuales, consensuándola con los miembros del Consejo de Gestión. De esta manera, desde la apertura de la Sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre), en 2011, hemos presentado muestras monográficas de los artistas Luis Camnitzer, Graciela Sacco, Dolores Cáceres, RES, Norberto Puzzolo, Eduardo Gil y del videoartista norteamericano Bill Viola, logrando con esta última un éxito de público sin precedentes.
A su vez, conferencias como las dictadas por el artista chileno Alfredo Jaar, la entrevista pública a Caetano Veloso, el unipersonal presentado por Virginia Innocenti, el concierto de Mariana Cincunegui y las performances de Luis Garay, Osías Yanov y Belén Romero Gunset –las tres presentadas en el marco de la exposición que puede visitarse actualmente– dan cuenta de algunas de las numerosas actividades artísticas con las que el Parque de la Memoria propone una programación que articule no sólo cualidades éticas sino estéticas, y que permita una apropiación amplia y reflexiva de sus contenidos por parte de quienes lo visitan.
En reconocimiento a la labor realizada, en noviembre de 2012, la Fundación Konex le otorgó el Premio de Platino a la Entidad Artística de la década.
Pero si bien el arte funciona como punto de partida para muchas de las actividades que el Parque de la Memoria ofrece, resulta evidente que la problemática que aborda no se agota en este punto. El equipo de educadores que realiza los recorridos por el monumento, lleva adelante un programa que implementa visitas participativas, tanto con público general como con instituciones educativas nacionales y extranjeras. Las visitas que todos los años recibimos de universidades como Columbia, Harvard, la Sorbonne y Yale, entre muchas otras, dejan ver a las claras que el Parque de la Memoria funciona como referente ineludible dentro de la comunidad académica internacional, siendo además objeto de estudio de numerosos estudiantes e investigadores.
Así, los contenidos vinculados con la transmisión de la memoria de nuestro pasado reciente son elaborados a partir de recursos didácticos específicos y por personas idóneas y capacitadas para tal fin. Como complemento indispensable y como aporte a la lucha por Memoria, Verdad y Justicia, se realizan encuentros que propician el pensamiento y la reflexión. En este sentido, el seminario “Diálogos transandinos”, organizado junto con los museos de la Memoria de Rosario y Santiago de Chile, contó con especialistas de la talla de Eugenio Zaffaroni y Manuel Garretón, quienes disertaron acerca de los logros y las deudas pendientes en relación con los crímenes de lesa humanidad, la violencia institucional y el rol de los jóvenes en la construcción de ciudadanía.
Desde su apertura en 2001, el Parque de la Memoria no sólo ha incrementado considerablemente su oferta cultural y educativa, ampliando significativamente la afluencia de diferentes públicos, sino que se ha dedicado a capacitar personal especializado para que los ciudadanos y ciudadanas que concurren asidua o eventualmente a este espacio tengan acceso a un proceso de aprendizaje en comunidad, que no sólo ponga en valor el aporte que ellos mismos brindan sino que apunte a activar un diálogo crítico y, fundamentalmente, a habilitar la producción de sentido en torno al arte, la memoria, la historia y la política.
El equipo de trabajo del Parque de la Memoria es sin duda su mayor capital, un patrimonio más intangible, pero no por eso menos valioso. Se trata de personas a las que no nos da lo mismo tener cualquier empleo sino que elegimos conscientemente trabajar en este espacio porque consideramos que el proceso de construcción de memoria colectiva es indispensable para afianzar nuestra democracia y, desempeñando nuestras tareas todos los días, nos sentimos parte de esa construcción.
Como es ya de público conocimiento, el 2 de enero, desde la Subsecretaría de Derechos Humanos del GCBA, se le informó a la directora que 27 personas de un total de 30 que trabajamos en el Parque de la Memoria –educadores, productores artísticos, técnicos, responsables de la nómina del monumento, entre otros– percibirían un 0 (cero) por ciento de ajuste en sus salarios durante todo el año en curso. Es decir que para continuar desempeñando sus tareas estas personas debían aceptar durante todo 2014 ser remunerados exactamente con el mismo salario que percibieron durante 2013. Y a quien no estuviese de acuerdo, se lo invitaba a presentar su renuncia. Esta medida, que resulta totalmente inaceptable, apunta al vaciamiento profesional de este espacio y desconoce la capacidad, el compromiso y la experiencia del equipo de trabajo que hace del Parque de la Memoria la institución que todos conocen y que, sólo durante 2013, fue visitada por más de medio millón de personas.
Confiamos –porque la confianza no deja de ser un ejercicio saludable a comienzos de un nuevo año– en que las autoridades del Gobierno de la Ciudad reconsideren esta medida para que podamos ofrecerle a la ciudadanía la excepcional programación que planificamos para este año y que incluye, entre otras, la exposición Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años 80, procedente del Museo Reina Sofía de Madrid, la muestra individual de la obra conceptual de Alfredo Jaar, el emplazamiento de Piedad de Argentina, escultura de la artista holandesa Rini Hurkmans, y una conferencia magistral de Jenny Holzer.
* Curadora del Parque de la Memoria.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.