Martes, 9 de septiembre de 2014 | Hoy
CULTURA › SE PRESENTA UN LIBRO SOBRE HUERQUE MAPU
En Un fusil y una canción, Tamara Smerling y Ariel Zak rastrean una historia “que es musical, pero sobre todo política”, alrededor de la banda que en los ’70 compuso la Cantata montonera.
Por Cristian Vitale
A Tamara Smerling, periodista rosarina con extensa experiencia en medios gráficos, le gustan muchas músicas. “De Piazzolla a Radiohead, todo”, dice ella, que tampoco soslaya a Thelonious Monk, Patti Smith, Jorge Fandermole o Regina Spektor. Ariel Zak, también periodista, también gráfico, opta por Charly García, Fito Páez y Rodrigo. “Tengo una debilidad por el cuarteto, sí”, admite él. Pero ninguno recala en los protagonistas de Un fusil y una canción, el libro que acaban de editar Planeta mediante y que presentarán hoy a las 19 en el Museo del Libro y la Lengua (Las Heras 2555). “La verdad es que no conocíamos a Huerque Mapu –los protagonistas–, pero nos interesó su historia, que es musical pero, sobre todo, política”, despeja Smerling sobre el minuto cero de esta investigación que determinó una acabada historia de aquel grupo de folklore latinoamericano que, integrado por Tacún Lazarte, Hebe Rosell, Naldo Labrín, Ricardo Munich y Lucio Navarro, nació al calor de las luchas revolucionarias de la década del ’70 y que, claro, sufrió el ocaso junto con ellas. “Yo tampoco los conocía –sintoniza Zak– y lo extraño es que buena parte de nuestra generación tampoco. Esto nos llamó la atención, porque muchos de nosotros crecimos escuchando a Quilapayún, Violeta Parra, Víctor Jara, Silvio Rodríguez, César Isella o Mercedes Sosa por nuestros padres, que eran militantes; y sin embargo, ¿por qué no encontrábamos a Huerque en esa memoria?”, se pregunta el autor.
Una instancia superior de ese minuto cero fue que, tras escuchar la historia de boca de Micaela –hija de Navarro, quien participará de la presentación del libro, junto a Ricardo Salton y Lucía Abbattista– los invadió la sorpresa. “Sentimos que había una historia para contar. Una historia pequeña pero hermosa, llena de personajes muy conocidos, pero que había sido olvidada como tantas otras de los ’70”, detalla Zak. “Yo creo que más que olvidada fue una historia sepultada. Huerque Mapu era un grupo muy reconocido en los ’70: ya habían tocado en distintos teatros, grabado discos con buena repercusión y el disco de Montoneros los estigmatizó de tal modo que tuvieron que irse del país. La necesidad, en nuestro caso, pasó por rescatar esta historia pequeña y preciosa: la de un grupo de músicos que permaneció durante cuarenta años en el olvido. Nos permitió también volver a poner en cuestión los distintos modos del compromiso: cómo la música puede tener relación o no con la militancia o la política”, completa Smerling.
Una historia “pequeña y preciosa” cuya primera etapa duró cuatro intensos años (de 1972 a 1976) y cuatro discos: Huerque Mapu I, II y III, y la Cantata Montoneros, obra pedida y solventada por la organización peronista cuyas idas, vueltas y ribetes Zak y Smerling se encargan de revelar. “Lo primero que hicimos fue buscar en los archivos. No encontramos demasiado. Después en libros que refieren sobre la época: y nos topamos con que en uno de los tres tomos de La voluntad estaba el relato de la grabación del disco de Montoneros, pero no mucho más. La mayor parte de la bibliografía de los ’70, tan de moda ahora, casi ni habla de la música, el teatro o la cultura de la época. Sólo se refiere a la política, pero había un cruce muy importante entre estos dos puntos. Después llegó el tiempo de las entrevistas: tuvimos la suerte de que la mayor parte de los integrantes, sus familiares, sus amigos, los periodistas o dirigentes de la época, estuvieran vivos y accedieran a contar esta historia”, detalla Smerling acerca del inicio del trabajo sobre esta agrupación cuyo devenir, tras el golpe de 1976, transcurrió en Italia, España y Francia, y luego en la Argentina, donde grabaron el disco Salida, tránsito y llegada, en 1986, y retomaron en 2003 con Revuelta a la vida.
–¿Cuáles son, más allá de la Cantata Montoneros y su contexto, los momentos que más los atraparon durante la investigación?
Ariel Zak: –El momento en que el grupo tocó por primera vez en público fue muy llamativo. Ocurrió el mismo día que la masacre de Trelew. Esto los marcó para siempre. También es muy atractivo el pedido que Montoneros le hace al grupo a través de Nicolás Casullo. Es jugoso también, en términos narrativos, el exilio y el derrotero de cada uno de los músicos: algunos van presos, otros forman parte de otra banda, se conocen con un (muy joven) Silvio Rodríguez, en fin...
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