La escena independiente de la historieta argentina encontrará refugio este fin de semana. Es que se realizará la quinta edición de Dibujados, un festival semestral orientado a dibujantes, guionistas y publicaciones autoeditadas. Aunque no se trata de un encuentro de dibujantes para dibujantes, la figura del autor ocupa un lugar central. “En los grandes festivales el espacio del fanzinero quedaba muy relegado, quizá por decisiones vinculadas con el rédito comercial. Entonces, la esencia de Dibujados fue revertir esa fórmula y darles el protagonismo absoluto a estos artistas independientes”, explica el dibujante Luis Roldán, uno de los tres organizadores del encuentro que también tiene fines solidarios. La cita será hoy y mañana a partir de las 14 en Espacio Aparte, Riglos 339. La entrada es gratuita, pero los organizadores solicitan donaciones de alimentos, útiles escolares y libros para colaborar con instituciones benéficas y zonas necesitadas de Chaco.

La génesis de Dibujados tuvo lugar en febrero de 2011, de la mano de una muestra gráfica llamada Abierto por vacaciones, organizada también por Roldán, Mauro Serafini (más conocido como El Bruno) y Luis Morales (Gory). “Fue una prueba piloto para medir la convocatoria”, recuerda Serafini. Luego, el evento tomó forma, cambió de nombre y a la muestra se le sumó una feria de publicaciones, charlas, talleres y presentaciones de libros. La muestra de dibujos, titulada Ochenta’s: 80 dibujos de los ’80, está integrada por obras de artistas invitados a través de una convocatoria abierta, “para dar a conocer a aquellos que están aprendiendo y a la vez exponer a autores ya consagrados”, adelanta Serafini a Página/12. Y amplía: “El evento es muy amigable. Están todos en el mismo nivel: el pibe que recién empieza y el tipo que publica hace 30 o 40 años. Sin idealizar, el pibe se puede encontrar con su maestro y darse cuenta de que es un tipo común, con el que puede entablar una charla de igual a igual y mostrarle su carpeta con dibujos. Se rompe la idolatría. Es algo mucho más horizontal”.

En esta edición se superaron las expectativas y fueron tantas y tan buenas las obras que se recibieron que, por cuestiones de espacio, algunas no podrán formar parte de la muestra. Los organizadores resaltan que se trata de un encuentro distendido, familiar y propicio para el diálogo entre pares. “Es mucho más participativo que otros eventos con respecto a los stands, porque el 90 por ciento son de publicaciones autoeditadas”, destaca Serafini. “La meta principal es que sea un espacio para encontrarse”, se entusiasma Roldán. “Se puede aprender de la experiencia del otro, del contacto directo, y hasta se pueden vincular para crear publicaciones y colaborar mutuamente, como ha sucedido. Y eso se pierde un poco en este sistema virtual en el que vivimos. Es un poco volver a la fuente.”

Entre las actividades de hoy se destacan la mesa redonda La Vuelta de Obligado y la vuelta de la historieta histórica nacional, con José Massaroli, Felipe Avila, Carlos Scherpa y Germán Cáceres (a las 15); la presentación del libro Algo imposible, de Ernán Cirianni (a las 19), y el homenaje a los reconocidos dibujantes Oscar Capristo y Claudio Kappel (a las 21.15). En tanto, mañana sobresale la charla Todo lo que usted quiso saber sobre humor y nunca se atrevió a preguntar, a cargo de Kappel, Eduardo Maicas y Elmer (a las 17.30); el taller de historieta en formato tira de Diego Aballay (a las 18.30) y la charla que darán las integrantes de la revista Clítoris (a las 20.15).

Otro momento interesante será la charla que el dibujante Diego Parés dará hoy a las 18. Fiel a su estilo ácido, la tituló Muerte al under. Para Parés, el under tiene que ser otra cosa que lo que es en la actualidad. “Me parece que el under en algún momento pudo ser un lugar para experimentar, pero cuando ya no hubo laburo dejó de ser una contestación o una respuesta creativa a la industria”, se explaya. “La mayoría de los dibujantes, como (Alberto) Breccia, laburaron en Billiken o Para Ti. Los pibes creen que sólo existe Fierro, pero no les puede dar laburo a todo el mundo. Entonces se frustran y no buscan más. Y suponen que en el under tienen libertad y no impedimentos: pero es la libertad del tipo que no se tiene que poner un traje y una corbata porque no tiene laburo”, alega Parés. Además, resalta que “hay que romper el prejuicio con el mainstream, porque las mejores obras argentinas, como El Eternauta o Boogie, el Aceitoso, se hicieron en esas condiciones, en el marco de un laburo industrial.” La charla girará en torno de los prejuicios que existen con respecto al trabajo en un medio: “Hay que ampliar el horizonte: que el under sea un paso o una elección creativa, y no más que eso. Esto es un trabajo y hay que entenderlo como tal”.