“El arte digital es arte en movimiento”, arriesga Peta Rivero y Hornos, curador y organizador de la edición local del Festival Onedotzero, que empieza hoy en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) y reúne lo más innovador de los artistas locales e internacionales. A lo largo de tres días, los visitantes podrán encontrar instalaciones interactivas, animaciones y escuchar bandas nacionales e internacionales. En la entrevista con PáginaI12, Peta, como se lo conoce en el ambiente publicitario, al que también pertenece, reflexionó sobre la evolución del arte digital, el recorrido del festival y el papel de los sponsors en este tipo de eventos.

–La palabra experimentación se repite en las descripciones de las obras, que dependen de un campo que avanza día a día. ¿No está el riesgo de caer en la experimentación por la experimentación misma?

–Creo que no. Más allá de los elementos experimentales de las obras, nosotros usamos la palabra experimentación por otros dos lados: uno, el más cultural, que tiene que ver con la interactividad, con la experiencia del espectador. Por otro lado, tenemos el tema de la experiencia de marca, porque cuando tenés sponsors como los nuestros, con perfil tecnológico o vanguardista, para ellos es muy importante que la gente los asocie con una actividad participativa y de avanzada. Y Onedotzero es eso: un espacio para experimentar sensaciones.

–¿No hay un mito sobre que la universalización de la computadora permitirá a todo el mundo hacer arte digital?

–Yo creo que está cada día más al alcance de la gente, como creo que siempre estuvo la pintura. Pero es como en cualquier arte: está el que se destaca y el que no. Tampoco es tan fácil, hay que dedicarle muchísimo tiempo y tener una expertise. Si tomás los instrumentos musicales nuevos como la Reactable o el Tenori On, a nosotros que no somos músicos nos va a costar utilizarlo, pero un músico sí va a saber cómo manejarlo. Creo que cada persona tiene su talento innato, pero hay que despertarlo.

–Y en este avance del arte digital, ¿cuál es la situación actual de nuestro país?

–Viene creciendo muchísimo y eso lo refleja el festival, que este año ocupa todo el centro cultural, tiene más conferencias y más bandas. Argentina ha crecido muchísimo, sobre todo a nivel instalaciones.

–Pero en las instalaciones se juega todavía la cuestión económica.

–Totalmente. Nosotros bancamos bastante con plata a los artistas para que puedan realizar sus obras, no es que sólo las traen y exponen. Este año, además, el Gobierno de la Ciudad nos ayudó para crear un premio a la mejor instalación, que va a ir a exponerse a Londres. Acá hay muchísimo talento y quizás estamos un poco atrás en la tecnología, pero se puede desarrollar la calidad y darle espacio a la gente para que pueda verlo. En ese sentido es como lo que ocurre con la publicidad, donde nuestro país está en lo más alto a nivel premios, por los creativos que tiene.

–¿Cuál fue el criterio para la selección de obras?

–Hay uno fundamental que es que en todo lo que exponemos tiene que haber al menos un componente de animación digital. Si vos vas a ver a una banda tiene que tener su animación digital atrás hecha por un VJ o por ellos mismos. Si es una instalación, que sea digital y en lo posible interactiva. El arte digital tiene muchas facetas, pero tratamos de que la impronta sea de ida y vuelta con el público, porque eso les fascina.

–¿Por eso quedan fuera las imágenes estáticas? La fotografía digital no suele tener mucha presencia en Onedotzero.

–El primer año tuvimos un par de obras así. El segundo no, pero porque no vimos algo que nos volara la cabeza. Este año llegaron un montón y eran lindas, pero estaban en una línea donde nos preguntábamos si era arte digital o no: eran trabajos muy border que quizá no era lo que queríamos para el festival, cosa que seguramente es más una cuestión de gustos y tiene que ver con esto de que el arte digital tiene un espectro amplísimo, con montones de técnicas y estilos distintos.

–¿Qué usos se está dando en arte digital a las últimas innovaciones?

–Por ejemplo, un invento como la Wii (la última consola de videojuegos de Nintendo) ha ayudado muchísimo a los artistas con las instalaciones: usan el mismo sistema de mandos para montarlas. Se está usando mucho el GPS, también.

–Onedotzero Buenos Aires también organiza un concurso anual. ¿Qué vieron allí?

–Bueno, el concurso no es sólo para Argentina, sino para toda Iberoamérica. Llegaron unos mil y pico de trabajos y tuvimos que mandar muchos a Londres a que nos ayuden con la selección, porque no llegábamos con los tiempos. Entre esos hay de todo, desde muy abstractos a muy gráficos. Pero sobre todo de muchísimo nivel. El Onedotzero de Buenos Aires es el más grande del mundo. Este año vinieron de Francia y China a ver cómo lo organizamos. La tecnología avanza tan rápido que el arte digital se renueva continuamente. El estilo de este año tiene poco que ver con el 2007. La tecnología está volando y con ella el arte digital.