Joan Crawford, famosísima estrella de la época dorada de Hollywood, decía que sus colegas hacían mal en darle la espalda a la incipiente televisión de su país, porque con el tiempo iba a ser tan importante como el cine. No podemos decir que hoy se le de la espalda a Internet, cuando millones de jóvenes y adolescentes están horas sentados frente a la computadora, aunque sí es una realidad que muchos autores, actores, directores de cine, intelectuales, los que se manejan con la ficción, todavía no encontraron la forma de expresarse por la red y llegar a millones de personas en un segundo. Pero como siempre hay un argentino en el medio de cualquier acontecimiento mundial, Hernán Casciari –que nació en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, y que se radicó en Barcelona– creó a una señora llamada Mirta Bertotti que escribía en un blog las peripecias de su vida, la de su marido, sus tres hijos y su suegro.

Mirta Bertotti pasó a ser una de las pocas heroínas de ficción que tiene Internet. Casciari logró hacer realidad aquello de “retrata tu aldea y retratarás al mundo”. Mirta, Zacarías, Nacho, Caio, Sofi y don Américo ya pasaron de la red al libro; de mi mano subirán a un escenario de Buenos Aires y se comenta que el cine los espera para decirles: “Luz, cámara, acción”. Se ve que Hernán Casciari no tiene problemas para encontrar la forma de comunicarse.

* Prólogo de Más respeto, que soy tu madre (Plaza & Janés).