A los 45 años, la actriz británica Natasha Richardson –hija de Vanessa Redgrave y nieta de Sir Michael Redgrave– murió en la noche del miércoles como consecuencia de un “coágulo en la meninge producido por un fuerte golpe en la cabeza”, confirmó un portavoz de la oficina de medicina forense de Nueva York. La actriz de cine y teatro casada con su colega Liam Neeson, con quien tenía dos hijos adolescentes, había sufrido el lunes una caída durante clases de esquí para principiantes en la región de Mont Tremblant, cerca de Québec. No llevaba casco. Richardson no tenía heridas visibles y consiguió volver a su habitación sin ayuda, donde se reía y bromeaba. Una ambulancia que había acudido de inmediato a la pista luego del accidente fue enviada de regreso porque, según medios canadienses, no había sido necesaria. Una hora después Richardson empezó a quejarse de fuertes dolores de cabeza y a instancias del instructor de esquí y de los guardias de la pista fue a consultar a un médico. En un comunicado, la asociación que representa la industria teatral de Broadway destacó la carrera artística de Richardson y convocó a un homenaje a la actriz apagando durante un minuto las luces de todos sus teatros. “La comunidad de Broadway está en shock”, señaló la asociación.