Lunes, 1 de junio de 2009 | Hoy
COMIENZA CIUDAD DE LOS HOMBRES EN CANAL 7
Dirigida por el brasileño Fernando Meirelles, la serie que arranca hoy a las 23 en la pantalla estatal cuenta la dura realidad de las villas brasileñas a través de Laranjinha y Acerola, dos jóvenes que buscan escapar a un destino de violencia.
Por Emanuel Respighi
Por esas injustas razones que sólo los defensores del libre mercado pueden justificar, probablemente los televidentes argentinos tengan más claro qué tipo de televisión se ve en Estados Unidos que a la que el resto de los latinoamericanos tienen acceso. La incoherencia de esa disociación, en función de la mayor cercanía geográfica, cultural, social y hasta histórica que Argentina tiene con los países sudamericanos, tiene que ver exclusivamente con la verdadera y única cara con la que la globalización cultural se desarrolló en el medio televisivo de este lado del continente. Intentando torcer ese rumbo unidireccional que tomó la pantalla chica, Canal 7 apuesta a posicionar un espacio de ficción en el que la realidad, los valores y la identidad latinoamericanos tengan su lugar en la grilla. Así fue como tras emitir Vientos de agua, la miniserie histórica creada por Juan José Campanella, el canal estatal estrena hoy, de lunes a jueves a las 23, Ciudad de los hombres, la miniserie producida por O2 Filmes y Globo TV Internacional.
“Estamos detrás de la construcción de una franja de ficción que se vincule con la calidad, pero también con nuestros valores y con nuestra identidad”, le señala a Página/12 Tristán Bauer, presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos. “Tanto con Vientos de agua, que es una producción de calidad que aborda nuestra historia y memoria, como Ciudad de los hombres, lo que buscamos es instalar una TV de calidad que nos represente. Ciudad... tiene un despliegue visual, una rítmica, una contemporaneidad temática y una manera de asumir la violencia con crudeza y, al mismo tiempo, con humanidad, que la vuelven superlativa”, subraya.
Producida por el director Fernando Meirelles, Ciudad de los hombres es una suerte de continuidad televisiva de la multipremiada Ciudad de Dios, el film que le permitió al brasileño ser nominado al Oscar como mejor director. Volviendo a posar su mirada en la realidad cotidiana, pobre y violenta, de las favelas brasileñas, en este caso la serie hace foco en la condición de los chicos y adolescentes que viven en esos gigantes asentamientos que se elevan frágil pero organizadamente en las laderas de los morros que rodean las playas de Copacabana e Ipanema. Se estima que alrededor de dos millones de personas viven en las 900 favelas que existen en Río de Janeiro. Con crudeza pero sin descuidar la estética, Ciudad de los hombres se detiene a mostrar el lado oscuro de la gran metrópolis de América del Sur, que es mucho más que la ciudad del carnaval.
Con una edición moderna que se vale de la cámara en mano, la pantalla dividida y un adecuado juego con las texturas de la imagen, Ciudad... logra entreverarse en el mundo de las favelas con inusual realismo. Alejada de la mirada ajena y los golpes bajos, la manera en que está realizada la serie lleva a que el televidente se olvide de que está frente a una ficción, con actores y guiones establecidos de antemano.
La trama de la serie avanza a través de la historia de dos adolescentes: Laranjinha y Acerola, dos amigos que van a la escuela con el deseo de poder escapar al destino que, en ese contexto, parecieran tener marcado desde el momento en que nacieron. Sin embargo, sus necesidades básicas y sus ilusiones de progreso chocan con el uso que los narcos hacen de ellos para servirles de “mulas”, y con la tentación de dinero fácil que encuentran a su paso. Los chicos, educados y formados entre juegos de niños y sangre, tienen su propia mirada sobre el mundo. “Allá es un país, y acá es otro”, dice Acerola acerca de la vida en las favelas y la que ocurre en la ciudad.
La programación de Vientos de agua como Ciudad de los hombres intenta volver a posicionar en Canal 7 un espacio de ficción que luego será ocupado por producciones propias. “El próximo paso –dice Bauer– es hacer nuestras propias experiencias desde la producción del canal. Desde nuestra ansiedad querríamos tener mañana mismo nuestras propias ficciones en pantalla. Pero el análisis de una producción, la elaboración de un guión, el trabajo de desarrollo junto a una productora, el armado de los casting y los equipos técnicos llevan mucho tiempo. Mientras desarrollamos esta línea de tiempo de producción propia, que se va a ver plasmada en la pantalla en 2010, buscamos con producciones ajenas al canal ir generando un público fiel y entendido con la idea de ficción que tenemos en mente”. Si bien el presidente del SMNP no quiso dar nombres, desde hace un tiempo se habla que el canal está desarrollando dos proyectos de ficción, de la mano de dos cineastas que suelen transitar por la pantalla chica: Juan José Campanella y Bruno Stagnaro.
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