¿Cómo aprovechar la energía simbólica del Bicentenario? Una constelación de respuestas comienza a bosquejarse con pulso tembloroso ante el panorama que se avecina. Más allá de los fuegos de artificio de este acontecimiento, sociólogos, historiadores, politólogos, economistas, escritores y críticos han empezado a hurgar en las grietas y tensiones de nuestra historia. “Legados y porvenir: Argentina en el Bicentenario”, un ciclo de conferencias con entrada libre y gratuita, organizado por la Biblioteca Nacional, del que participarán David Viñas, Noé Jitrik, Eugenio Zaffaroni, León Rozitchner, Eduardo Grüner, David Oubiña y Emilio de Ipola, entre otros, invita a debatir y cuestionar el pasado, pero con la mirada orientada hacia el futuro. No hay aniversario que valga la pena celebrar si no se lo somete al incómodo diván de las preguntas que sacuden, a priori, los cimientos de supuestas certezas devenidas en clichés. Juan Molina y Vedia y Pablo Sztulwark desovillarán el tópico de la ciudad nacional y la metrópoli global hoy a las 19. Estas conferencias, que se realizarán todos los jueves hasta noviembre, pivotearán sobre una preocupación fundamental: “Cómo interrogar la historia de una experiencia colectiva sin quedar preso de una nostalgia conmemorativa que obture nuestra capacidad interpretativa y nuestro ejercicio crítico”, plantea el coordinador del ciclo, el sociólogo Sebastián Scolnik, a Página/12.

Scolnik recuerda que siempre se ha hablado acerca de la necesidad de releer el pasado desde las perspectivas contemporáneas. “Sin embargo, esta idea tantas veces anunciada no resulta fácil de efectuar sin que la historia ocupe el centro de la escena o sin que ella quede sólo como un agregado ilustrativo de un pensamiento actual desprovisto de genealogías”, explica el coordinador del ciclo. “De manera que no resulta obvia la relación entre los legados y sus reinterpretaciones. Hay una tensión entre ambos polos, los legados y el porvenir, que tiene el desafío de sustraerse tanto de un historicismo lineal como de un ‘actualismo’ desprovisto de curiosidad por las líneas de continuidad.” Los legados que se propone revisar la Biblioteca son los orígenes del jacobinismo y sus prolongaciones contemporáneas, sometido a la rigurosa lupa de Eduardo Rinesi en la inauguración del ciclo; el derrotero de la ciudad y el federalismo como problema irresuelto, la literatura y la poesía como imaginación de nuestros enigmas colectivos, la historia de los derechos sociales y las injusticias del presente, el problema del recuerdo y la memoria política, la política como transformación y su espectacularización, las identidades pretéritas y su relación con el presente, la persistencia del terror en los vínculos sociales y los dilemas que enfrenta una sociedad que busca su destino común.

“Al mirar hacia el pasado, el ojo puede avanzar, pero nunca tiene garantías para superar los obstáculos de aquello que resiste a la interpretación”, señala Scolnik. “Mirando hacia el futuro, la memoria lucha para dejar de ser la aliada del pasado, para poder ser ella misma la que advierta sobre el porvenir.” ¿Qué núcleos duros de nuestro pasado aún se resisten a ser interpretados? “El problema del recuerdo es que, al fijar su mirada en ciertos hechos, olvida todo aquello que ha quedado por fuera del espacio de visibilidades”, subraya Scolnik. “La pregunta sería cómo reencontrar aquello que ha quedado atrapado en las imágenes del pasado y cómo ser capaces de esbozar un acto crítico de las propias formas de la recordación. Es por esto que el Bicentenario invita, propone, cuestiona. Si pudiésemos reelaborar nuestra historia más allá de nuestras representaciones más habituales, quizá podríamos encontrar otras claves para descifrar los signos del mundo que vivimos. Una época que confirma una y otra vez la fatiga del pasado como pista interpretativa para el drama actual, al tiempo que apenas balbuceamos dilucidaciones de los signos contemporáneos que invitan a la perplejidad.” En el ciclo, que cerrará el próximo 26 de noviembre con la conferencia de Horacio González Cómo escribir la historia, participarán también Alejandro Kauffman, Enrique Martínez, Martín Prieto, Natalio Botana y Héctor Schmucler.

“El Bicentenario se nos ofrece como promesa de relanzar la experiencia colectiva, aunque ella misma se encuentre acechada”, reflexiona Scolnik, coautor de diversos ensayos sobre las luchas sociales en América latina. “Es necesario revitalizar una imaginación capaz de ensayar nuevas formas sensibles que no se sometan al peso de los estereotipos. Una promesa emancipatoria que debe lidiar, incluso, con el modo en que la misma emancipación ha sido pensada.”