Como era de esperarse, Roman Polanski, detenido desde el sábado pasado en Suiza, se opuso a la petición de extradición de la que es objeto por parte de Estados Unidos, anunció ayer Hervé Temime, uno de los abogados del cineasta franco-polaco. A través de un comunicado, el letrado subrayó que solicitará la puesta en libertad de su cliente, que fue arrestado en Zürich por una orden de búsqueda lanzada hace 31 años desde los Estados Unidos a raíz del caso de abuso de Samantha Geimer en 1977, cuando la víctima tenía sólo 13 años. El Ministerio de Justicia suizo señaló ayer que las otras posibilidades legales del realizador son la aceptación de la demanda de extradición o la libertad bajo fianza. No obstante, el portavoz de esa cantera, Guido Balmer, aseguró que la segunda “es una medida que se concede muy raras veces en Suiza”. De cualquier forma, los abogados de Polanski disponen de un plazo de diez días, que corre desde el sábado, para recurrir ante el Tribunal Penal Federal la extradición solicitada desde Washington, mientras que EE.UU. dispone de 60 días para presentar una demanda definitiva de extradición ante las autoridades suizas.

La detención de Polanski, cuando llegaba a Zürich para recibir un premio a su trayectoria en el festival de cine de esa ciudad, causó estupor e indignación en Francia y Polonia. Los gobiernos de esos países se unieron ayer en defensa del cineasta. Los dos ministros del Exterior, Radoslaw Sikorski y Bernard Kouchner, respectivamente, acordaron el contenido de una carta común, que irá dirigida a su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, y pedirá al presidente Barack Obama que indulte a Polanski.

Asimismo, artistas de todo el mundo han firmado una protesta contra la detención del director ante las autoridades suizas, a las que reclaman su “inmediata liberación”. Entre los firmantes están las actrices Fanny Ardant y Monica Bellucci, los directores Ettore Scola, Wong Kar-wai y Costa-Gavras y el presidente del Festival de Cannes, Gilles Jacob.

La detención, defendida por las autoridades suizas, fue criticada además por diversos sectores de la cultura e incluso por la edición de ayer del diario Los Angeles Times, que comenta que California (donde persiste la denuncia) tiene “cosas mejores” que hacer que perseguir a una persona que en los últimos treinta años “ha dado muestras de haberse enmendado”. ¿De qué se habría enmedado Polanski? De haber violado en marzo de 1977 a Geimer: aquella vez, el cineasta le pidió a la madre de la niña si podía fotografiar a la pequeña para una revista de modas. Después de emborracharla con champaña y drogas y de sacarle fotografías sin ropa en la bañera, Polanski abusó sexualmente de la menor, que le pedía insistentemente volver a su casa, según la propia víctima. Al poco tiempo, el director de El pianista fue detenido y se declaró culpable de “relaciones sexuales ilegales”. Pasó un mes y medio en prisión y, tras una reunión entre sus abogados y un juez, en la que éste dio a entender que volvería a ordenar el encarcelamiento, Polanski tomó un avión hacia Europa y no volvió más.