Fuera con el delgado bigote que lució durante los ’60 o con el labio superior desnudo y el pelo gris hacia atrás, como en sus últimos trabajos, el actor Ricardo Lavié estuvo presente, aunque de modo periférico, en el último medio siglo del cine, la televisión y el teatro argentinos. Desde su debut en 1949, con Juan Globo, fueron 61 años de carrera. Y la cuenta acaba porque ayer falleció, tras sufrir una larga enfermedad, a los 87. Porteño nacido en 1923 como Ricardo Eloy Machado, Lavié comenzó su oficio de actor en los recordados radioteatros de Nené Cascallar. También pasó por el cine, donde participó de una docena y media de películas, entre ellas El túnel (1952), Pimienta (1966), El picnic de los Campanelli (1972), La rabona (1979) y Todo o Nada (1984). Hacia finales de los ’80 se volcó a la televisión, con papeles secundarios en Porcelandia, Brigada Cola y Chiquititas, entre otros. En paralelo a su trabajo en pantalla, dejó una huella en el teatro: protagonizó La dama boba en el Cervantes, con su esposa, Noemí Laserre; y actuó en Facundo, 20 años de amor y La noche de la basura, esta última con su hermano Rodolfo. Para terminar de marcar su relación con el arte, recorrió salones internacionales llevando su otra pasión: la plástica.