Un poco de justicia cultural ocurrió ayer en la ciudad de Buenos Aires, cuando el Ministerio de Cultura porteño entregó habilitaciones a 20 teatros independientes, salas que “constituyen un fenómeno diferente y trascendente que tiene un vigor muy particular en esta ciudad”, según declaró el titular de la cartera, Hernán Lombardi. “Es un día de alegría porque empezamos a coronar una lucha de tantos años en el sentido de la institucionalización y legalización de los teatros independientes”, agregó. Las habilitaciones fueron dispuestas para el Centro Creativo Cabildo, La Tertulia, El Espión, el C. C. Raíces, Actor’s Studio, Patio de Actores, El Desguace, El Recoveco, el Centro de Investigaciones Artísticas, el Cine Teatro Brow, Guapachoza, La Carpintería, el Teatro Orlando Goñi, Timbre 4, el Teatro Ciego, el Espacio Dada, El Extranjero, Garrick, el Club de Trapecistas y el Teatro Dandelion. Sin embargo, según las propias estimaciones del gobierno porteño, existen alrededor de 80 salas que aún funcionan con permisos provisorios desde 2005, por lo que han recibido multas y se han encontrado al borde de la clausura en más de una ocasión.