Fanáticos de todos los rincones de América latina y familiares de Gustavo Cerati realizaron ayer actos y homenajes tras cumplirse un año del accidente cerebrovascular que el ex cantante de Soda Stereo sufrió en Caracas. “Cada uno de los días es una angustia nueva”, se lamentó la madre del músico, Lilian Clark, y graficó: “No sé si son 365 días o 365 años” los que pasaron desde que el artista fue internado. Los seguidores del músico –que permanece sin cambios neurológicos y bajo asistencia respiratoria mecánica– organizaron una misa en la puerta de la clínica Alcla, a la que se unieron la madre y sus hermanas Estela y Laura. “Gustavo es fuerte y está muy bien cuidado, pero hay que tener paciencia y fe”, reflexionó Clark.