Patricio Guzmán (foto), realizador del documental Salvador Allende, estrenado la semana pasada en Buenos Aires, anunció que prepara un nuevo trabajo sobre la sociedad actual de su país. En un encuentro con periodistas en la ciudad española de Barcelona, Guzmán se mostró deseoso por conocer si sus compatriotas “sueñan” con un futuro mejor o si, por el contrario, “sólo piensan en la tarjeta de crédito”. Después de años de marginación, el realizador dijo que está reuniendo dinero para concretar su proyecto y que no descarta que esos fondos puedan provenir por primera vez del gobierno. La llegada del financiamiento oficial sería posible porque “algo ha cambiado en Chile”, cuyos ciudadanos no han podido ver nunca por televisión abierta las películas que ha realizado a lo largo de su carrera. El chileno confesó que la nueva coyuntura lo ha estimulado para comenzar a planear la edición de una colección en DVD de toda su filmografía. Además reveló que su distribuidor prevé colocar en las pantallas una ya legendaria película de 1979, La batalla de Chile. Pero no todas son rosas en el país trasandino: el creador indicó que “la sociedad chilena es madura, pero la televisión todavía sigue anclada en el conservadurismo”, y explicó que este medio sigue vetando todos aquellos documentales que hablen de temas aún tabúes, como el aborto, el ejército y la homosexualidad, lo que limita las posibilidades de los jóvenes realizadores. Actualmente Guzmán reside en Francia, un país donde a diferencia de lo que sucede en buena parte de nuestro continente “el documental está muy vivo” y tiene una fuerte implicación del Estado y de las televisiones. El director, autor de documentales como El caso Pinochet, imparte en Barcelona un seminario en abril organizado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la asociación de documental Tercer Ojo. En él explica las características de este género que, según él, ha ganado rango durante la última década, pues “ha tomado conciencia de su subjetividad”, ha abandonado la vocación pedagógica y ha adquirido paulatinamente los recursos del cine de ficción.