Una entonación del pasado permanece en el puro presente del alma de los lectores del escritor Luis Gusmán, que inaugurará la 38ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el jueves 19 de abril. “La policía me pega por haber matado al mellizo, me pega con cinturones negros de hebillas anchas y plateadas. Quieren que les cuente la historia del mellizo muerto.” El frasquito (1973), la primera emblemática novela de Gusmán –que él mismo considera como un “libro sagrado”, el único del que nunca quiso ni podrá corregir una coma, una palabra, una frase–, acentúa una violencia y crueldad que no han envejecido. Pocos textos resisten la sentencia de ese tribunal inapelable llamado Tiempo. Hubo desopilantes anécdotas de época con señoras tan perturbadas como escandalizadas y la prohibición decretada en 1977 por considerarla una obra “inmoral”. El discurso de apertura del autor de Villa, Los muertos no mienten y La casa del Dios oculto –de próxima aparición por Edhasa–, entre otros notables títulos, alimenta las expectativas previas.

Una impronta más latinoamericana tendrá la 38ª edición de la Feria del Libro, que se realizará hasta el lunes 7 de mayo, en el mismo lugar de siempre: el predio de La Rural. Más de 15 narradores de Uruguay, Paraguay, Chile, Perú, Colombia, México, Ecuador, Costa Rica y Brasil participarán por primera vez del Diálogo de Escritores Latinoamericanos, una iniciativa que intenta paliar la escasa circulación de libros entre los países del continente. Entre los escritores internacionales que se presentarán se destacan el uruguayo Eduardo Galeano, el francés Daniel Pennac, el narrador y ensayista israelí David Grossman y el escritor rumano Norman Manea, deportado en su infancia al campo de concentración de Transnistria, en Ucrania. Bajo el lema “Un futuro con libros”, esta edición incluirá también charlas, encuentros, debates y presentaciones de libros de Alberto Manguel, Juan José Becerra, Lola Arias, Oliverio Coelho, Romina Paula, Hernán Ronsino, Pola Oloixarac y Cristian Alarcón, entre otros. El Espacio de Lectura Digital, una propuesta que empezó el año pasado, dejó al público con ganas de más. Ahora el espacio se expande. Además de experimentar los distintos soportes electrónicos para lectura de e-books, los visitantes tendrán la opción de intervenir en el área de debates sobre los nuevos hábitos de lectura que generan las nuevas tecnologías.