Los Conciertos de Frédéric Chopin reservan a la orquesta una función muy distinta de la de la tradición acuñada por Mozart, Haydn y Beethoven. Más cercanos al uso doméstico y a la situación del salón literario que a la de la sala de conciertos, allí la orquesta comenta, acompaña al piano, pero jamás protagoniza. De hecho, Chopin llegó a tocarlos alguna vez sin orquesta en absoluto y realizó, por otra parte, versiones en que la orquesta aparece reducida al cuarteto de cuerdas, mucho más afín con las situaciones en que el compositor usualmente interpretaba su música. Como parte del Festival Chopiniana y en un concierto extraordinario auspiciado por la embajada de Polonia y que conmemora los 90 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ese país y la Argentina, estas versiones serán presentadas en Buenos Aires hoy a las 19.30, en el Teatro Avenida (Avenida de Mayo 1220). El programa incluirá, además de los dos conciertos para piano, Andante spianato y Gran Polonesa brillante Op. 22 y Rondó a la krakowiak Op. 14.