La cantante Rocío Jurado falleció ayer, a los 61 años, en su domicilio de Madrid, un año y diez meses después de que los médicos le diagnosticaran un cáncer de páncreas, contra el que luchó “con todas sus fuerzas”. “Murió tranquila, sin grandes angustias y como ella quería, rodeada de su familia”, dijo el hermano y representante de la artista, Amador Mohedano, al comunicar el fallecimiento a la prensa. Mientras tanto, cientos de ciudadanos se reunían en las calles para rendirle homenaje a la cantante en la capital española, ciudad que además dedicará una calle a la memoria de Jurado.

La muerte de quien fue conocida como la reina de la copla fue lamentada por distintas personalidades de todos los ámbitos, especialmente en su España natal. “Quienes pudimos acercarnos a ella nos dimos cuenta de que, además de una gran artista, en Rocío había una gran persona”, aseguró el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. También la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que “es una noticia muy triste la pérdida de una persona tan valiosa, tan querida, tan respetada y tan importante para la cultura popular de España”.

Desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde de ayer, los seguidores de la Jurado no cesaron de llegar al madrileño Centro Cultural de la Villa –donde se había instalado una capilla ardiente con los restos mortales de la cantante–, lugar que ya había servido de escenario para velar a Lola Flores, luego de su fallecimiento el 16 de mayo de 1995.

Tras recibir el homenaje de los ciudadanos, los restos de Rocío Jurado fueron trasladados a su localidad natal, Chipiona, en la sureña provincia de Cádiz, donde hoy por la tarde será enterrada en el cementerio municipal de San José. “Chipiona y Rocío son sinónimos. Hablar de Rocío y Chipiona es hablar de lo mismo”, aseguró el alcalde de ese municipio, Manuel García, quien describió a la cantante como “una persona con un poderío impresionante, no sólo como artista, sino por sus valores humanos”. La afirmación de García es más que un cumplido; de hecho, la artista fue conocida como “La Chipionera”, en homenaje a la localidad en la que nació y en la que, tras su muerte, se han decretado tres días de luto.

La salud de la estrella de la canción española se había agravado el pasado 23 de enero, cuando debió suspender la presentación del trabajo que recoge el homenaje televisivo titulado Rocío, siempre, grabado en diciembre de 2005 junto a artistas como Chayanne, Paulina Rubio, Raphael o Lolita. La artista había viajado entonces a los Estados Unidos para someterse a una nueva revisión, donde debió ser dos veces internada en la unidad de cuidados intensivos. Tras una mejoría, los médicos habían autorizado el pasado 23 de marzo su regreso a España. Finalmente, anteayer entró en un coma profundo, luego de que su salud se viera agravada en los últimos días a causa del cáncer de páncreas que padecía desde hace casi dos años.